Obsesivos por la limpieza están sucios por dentro
Hoy se celebra el Día Mundial de la Higiene. Pero los adictos a ella a veces no están purificados.
"No aguanto un papel en el suelo", comenta Laura Méndez, 32 años, y quien hace veinte años se halla enferma: padece de una obsesión por la limpieza. Apenas la vio un psiquiatra le recetó de inmediato un montón de relajo. No ha sido sencillo. La señora Méndez no puede estar en paz si hay desorden en su campo visual.
Un papel en el suelo, una molécula de polvo flotando descaradamente en el aire, en síntesis, cualquier índice de suciedad la trastorna. De modo que, en el campo médico, hablamos de una afección irracional de tipo neurótico.
Los que padecen este cuadro enfermizo se ven afectados por secuelas mentales y psicofísicas. Mentales: miedo, inseguridad, fobias, depresión, etc. Secuelas psicofísicas: fatiga, estrés, insomnio, problemas en las articulaciones, escaso apetito sexual, cefaleas, mal genio, conducta irritable, facilidad para el grito ofensivo y, en suma, una vida infeliz.
Un especialista alemán, el doctor Ilo Dünner, resumió certeramente la angustia de estos obsesivos: "Los que enloquecen con la limpieza es porque están contaminados en su cerebro. Limpian todo su entorno, una y otra vez, pero lamentablemente en su interior lo que brilla es la turbiedad".
"No llevo una vida normal", afirma la señora Laura Méndez. Esta mujer sólo vive para limpiar. No tiene tiempo para ninguna otra actividad. El resultado de eso es una angustia que crece todos los días.
La obsesión por la limpieza, eso sí, se puede disminuir. Lo dicen los especialistas: primero hay que asumir el trastorno; luego tratar de ser menos exigente, buscar placer en otras cosas (no sólo en limpiar) y salir más de la casa.
"Empezaré a tolerar un poco el polvo", asegura Laura. Su vida podría cambiar. Será menos limpia por fuera, pero por dentro su contaminación empezará a a acabar.
La tendencia a limpiar y ordenar es una actitud que tiene muchas ventajas. Pero si se hace con normalidad. Implica disciplina y organización mental. Cuando excede lo normal, pasa a ser una patología. No tiene ventajas y debe ser tratado con una terapia cognitiva que trate de frenar la ansiedad.
Limpio y sano
