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El "Pirinoli taltalino" que no puede dejar de bailar

Cristián Orellana es el tata de 85 años que se ha convertido en un verdadero personaje. Aquí su particular historia.

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l Ronald Barraza Toro

Camisa café claro, pantalón color crema, zapatillas lolein, gorro rojo, lentes y una botella de agua mineral.

Estas son las características del personaje que rompe con la tranquilidad que refleja la ciudad de Taltal.

Se trata de Cristián Orellana Cárdenas, el famoso "Pirinoli taltalino".

Este singular abuelito de 85 años, no sólo tiene buen vestir, sino que además baila todos los días en la plaza de armas de Taltal.

El show lo brinda en un improvisado escenario de la plazoleta, al ritmo de todos los estilos de música, especialmente el reggaetón, que según él, lo está aprendiendo a bailar, gracias a unos parlantes que están en la plaza y animan la estadía de todos los taltalinos que visitan el lugar.

El horario normal en que se le puede ver bailando es de lunes a sábado, alrededor 13:00 horas y luego desde las 16:00 horas, hasta las 18:00 horas.

El único descanso para su danza es el domingo, porque según palabras de él, "es bueno tener un día de descanso, para no aburrirse de tanto bailar".

Cuando se le preguntó a Cristián porqué le gustaba tanto bailar, accedió de inmediato a contestar.

Detuvo su danza y comentó las razones, pero sólo por un rato, hasta que entró en confianza y volvió a bailar, complementando la respuesta con su pasión.

"Bailo aquí, porque me gusta y porque es más fresco, esta es una pasión que pretendo practicar mucho tiempo más", expresó Cristián, para luego mostrar uno de sus pasos, al ritmo de Daddy Yankee de fondo.

Comenta con orgullo que es primo del alcalde de Taltal, Sergio Orellana, un dato no confirmado, pero que condimenta aún más su historia.

El señor aparte explicó que se está preparando para enseñar a bailar zumba a las jóvenes, juntándose con el municipio, para afinar los detalles de la puesta en marcha del proyecto, el cual quedó estancado por la falta de una conexión y una radio buena, para reproducir la música.

Cristián nació en La Serena y según contó fue en 1973, cuando se fue a vivir definitivamente a Taltal.

En la actualidad vive en calle Serrano en la puntilla, conocido sector de la ciudad, donde como familia cercana solo tiene a primos en Arica y Antofagasta, por esto es que pasa todo el día entre su trabajo y su pasión que es bailar.

En el aspecto laboral, según contó, labora en la agencia de Tur Bus, en la sección de encomiendas, donde se desempeña hasta la medianoche, no sin pegarse una arrancada diariamente para salir a bailar a la plaza, ya que su trabajo queda a la cuadra siguiente del local.

"La gente sólo me mira, a veces el impedimento es el calor, por eso siempre ando con mi agua, sobre todo en verano, que hace más calor, porque lo que más me gusta es bailar en este escenario", enfatizó Orellana.

Además de comentar que le gustan los nuevos ritmos musicales, los cuales practica, también indicó que baila ritmos de todas las épocas, que a veces saca a relucir, dependiendo de la música que suene en la plaza de Taltal.

"Me gusta el reggaetón y la bachata, me parecen bonitos y también los bailes antiguos, estos los bailo, desde niño chico", contó don Cristián.

El hombre también al ser consultado si le gustaría participar en televisión, mostrando su baile, tal como su colega "Pirinoli" del programa Morandé con Compañía, fue claro en su petición principal para participar en uno de estos espacios.

"Me gustaría bailar en la tele, pero solo con un grupo de niñas que me acompañen, al estilo del zumba, para que todos nos luzcamos y salga bonito el baile", expresó el famoso "Pirinoli".

Sandra Mandaleris, dueña del quiosco en frente de la plaza, ve todos los días los pasos del "Pirinoli", uno de los personajes más significativos de la ciudad.

Al ser consultada sobre esta persona, contó antecedentes que hicieron calzar la verdadera historia y el porqué de la pasión al baile.

"Él se puso a bailar cuando falleció su mamá, porque andaba con ella para todos lados y era como que no tenía amigos, solo se relacionaba con gente de la iglesia. Falleció la mamá y se quedó solito", comentó Mandaleris.

Esto indica entonces que desde hace tres años que falleció su mamá, este hombre no ha parado de baila hasta el día de hoy.

Una explicación sensata para su noble actuar, ya que el expresarse bailando, más que una pasión ha pasado a ser una necesidad para él.

En tanto el administrador de Tur Bus, Orlando Marabolí, al ser consultado por la vida de su trabajador, dejó en claro que él no es empleado de la empresa, pero que es un personaje tan querido en el lugar y la ciudad, que ellos lo albergan con todo el afecto posible, situación que ha hecho que Cristian, en su mente piense que es parte del trabajo.

"Él no trabaja acá, solo llega en las tardes y lo dejamos que se siente, vea la televisión y lo atendemos dándole bebida, él es una persona muy querida, a la que siempre tratamos de ayudar con dinero", expresó Marabolí.

Aparte de comentar, que a veces simula que esta hablando por celular con su mamá y que se queda hasta que finaliza la jornada de Tur Bus, para ayudar a cerrarlo.

Quienes conocen su historia manifiestan que para Cristian, el bailar es la forma de volver a ser feliz y olvidar todos los problemas, pasando a ser un querido personaje de la ciudad de Taltal.

Sin embargo su sueño de enseñar sus pasos a todos los taltalinos, aún no se concreta, lo que lo mantiene expectante en que algún día se haga realidad.

Y quizás, algún día pueda llegar a la televisión, para lucirse con su colega "Pirinoli", en una batalla de baile, para demostrar porque le dicen el "Pirinoli taltalino", como será conocido en todo el país. J

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