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Jueces de FamiliaTiesto de agua en las calles para los perritos

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Señor director:

En abril de 2013, una sala del Primer Juzgado de Familia de Santiago rechazó un divorcio de mutuo acuerdo de matrimonio celebrado después de la entrada en vigencia de la ley de Matrimonio Civil porque se le aplicó a la pareja restricciones probatorias en la acreditación del periodo de un año de cese de convivencia, reduciendo -incorrectamente- los medios de prueba inicialmente a los que se señalan en los artículos 22 y 25 de tal normativa.

Esto en circunstancia que La Suprema señala que hacer aquello atenta contra el principio de libertad de prueba. Para probar específicamente el año de "cese", los cónyuges rindieron prueba con sus certificados de residencia, constancia ante Carabineros y prueba testimonial. Para la Suprema era suficiente conforme a la ley, y aprobó el divorcio.

Pero para lograr tal resolución, la pareja debió invertir recursos impensados y perder tiempo durante casi un año apelando no una, sino que dos veces, en tribunales de Apelaciones y Suprema. Una situación, previsible y evitable si se capacitara a todos los jueces sobre las distintas leyes de familia que les compete conocer y aplicar.

Resulta inexplicable que tras 9 años de vigencia de la ley de Matrimonio Civil ocurra lo descrito, toda vez que son normativas que rigen los destinos procesales de miles y miles de ciudadanos.

Ricardo Viteri Prado

Coordinador Separadosdechile.cl

Señor director:

Por intermedio del presente, quiero dar mis felicitaciones a una persona que es digna de admirar por su labor hacia los perritos de la calle. Me refiero a Luis F. Claps S., bendiciones para él y para aquellas personas anónimas que hacen lo mismo.

Soy antofagastina de corazón y espero que el maltrato animal ya no exista, como no darse cuenta que estos animalitos (pajaritos, perritos) entregan tanta ternura y sólo piden un hogar, agua y comida, respirar.

Sienten dolor igual que nosotros son nuestros hermanos menores y me alegra mucho que estén protegidos por ley.

No tienen perdón aquellos que actúan mal y los maltratan.

Estos perritos hermanos de la calle algún día tuvieron dueños y los dejaron abandonados, le pido a la gente antofagastina que pongan un tiesto con agua en las calles.

Es triste verlos en las calles teniendo tanta sed con este caluroso verano que nos ha tocado vivir.

No cuesta nada, la vida misma se los agradecería.

María Castillo

7.966.843-5

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