Hoy liberan a tortuga que se perdió y llegó a Puerto Montt
Es ecuatoriana y de aguas cálidas, por lo que la pasó mal en el sur del país. La recuperaron y hoy liberan en Mejillones.
Al igual que los humanos, los hábitat y costumbres son importantes para los animales y más si estos son salvajes. Por eso el caso que le ocurrió a una extraviada tortuga ecuatoriana movilizó a estamentos de protección animal del sur y norte de Chile.
La tortuga verde, propia de aguas cálidas que existen en la zona del Ecuador, por sus ciclos de alimentación se movilizó al sur de Chile, pero al parecer se le perdió la brújula, ya que fue encontrada en Quellón por Puerto Montt donde la temperatura del agua es muy fría y no genera ningún tipo de agrado para ella, e incluso pone en riesgo su vida. El animalito fue rescatado por pescadores, quienes contaron que nadaba erráticamente y su conducta no era normal.
Por eso fue rescatada por profesionales de la Universidad San Sebastián, quienes la llevaron a Talcahuano, la acogieron -estaba bastante mal, sufriendo incluso hipotermia y muchas heridas en todo su cuerpo- la cuidaron, protegieron y sobre todo la recuperaron.
Por las características de la tortuga y cómo se dio su caso, no era bueno que la volvieran a liberar en la zona sur, por eso de la Universidad San Sebastián se contactó con los muchachos del Crea de la Universidad de Antofagasta, liderados por el profe Carlos Guerra, quienes tomaron el desafío de liberarla acá en el norte y así esperar que el animalito tenga mayores facilidades para encontrar la ruta de vuelta a las abrigadas aguas ecuatorianas.
Luz María Retamal, profesional encargada del Crea, comentó que esperaban ayer liberar a la verde amiga en Antofagasta, pero las fuertes mareas que existían lo hicieron imposible. Por eso, se decidió que la menor zona para que ella comenzara su retorno a su hábitat, era Mejillones, así que confían realizar esa operación a partir de hoy.
Por las características de su caparazón los profesionales del Crea comentaron que es un ejemplar joven de por lo menos diez años de edad. La familia de este animalito puede llegar a vivir con facilidad sobre los 70 años, por lo que el ejemplar perdido está recién saliendo a la vida. Incluso llegan a ser llamados los "fósiles vivientes", comenta Retamal, profesional del Crea.
Los muchachos de la UA no bautizaron a la tortuga, ya que no las llegan a considerar mascotas y además porque ellos buscan la recuperación y liberación, aunque puedan llegar a encariñarse. J
l Hoy, los muchachos del Crea esperan que la amiga tortuga verde pueda retomar el camino a casa.
Para eso la cuidaron y protegieron.
Hasta hace unos años, en Mejillones se generó una pequeña comunidad de ellas, quienes motivadas por la calidez de las aguas generadas por la termoeléctrica, hicieron la zona su hogar.
Sin embargo, al tiempo los lobos marinos descubrieron esta presencia y comenzaron a darle caza, llegando prácticamente a aniquilarlos por completo.
