El motivo de la presente tiene como finalidad realizar una protesta pública contra la cantante Ana Tijoux, quien por el hecho de ser medianamente conocida, tiene la facilidad de llegar a un par de micrófonos y referirse en forma despectiva a un grupo de personas que no le hace daño a nadie.

Es un tema que lo hablo como ciudadano, pero más que todo lo hago como padre, porque el tema me toca directamente.

Días atrás la cantante chilena Ana Tijoux declara "mongoloides" a la farándula chilena con el claro fin de menospreciarla (independientemente de si la farándula es buena o mala, entretenida o aburrida).

Me gustaría que ella viera esta humilde, pero sentida carta y supiera que Dios me regaló un hijo hermoso con condición Down y no lo cambiaría por nada del mundo.

Lógicamente ella no sabe (me imagino) lo que se vive desde el momento en que los médicos explican la condición diferente que tendrá tu hijo (a) al nacer y en el desarrollo de su vida, todo esto crea lógicamente un mar de dudas e interrogantes a los padres.

No es hasta el momento del nacimiento de estos ángeles que se disipan todas estas incógnitas. Es inexplicable la paz y tranquilidad que puede brindar un ser humano como ellos.

Después de escuchar las palabras de la señorita Tijoux, me queda sumamente claro que la palabra discapacidad no es un tema de la falta de un órgano físico o una desventaja cognitiva de una persona, si no que la verdadera discapacidad está en el alma y la mente de quien irónica y deliberadamente ofende una familia, ofende a un ser totalmente limpio de alma, critica a un grupo de seres cuya verdadera y única diferencia es la pureza de sus sentimientos.

Cierto amigo una vez me comentó un hijo especial para una familia especial.

Palabras como las de la señorita Tijoux lo único que demuestran es la poca cultura, lo pobre de alma y la bajeza moral de alguien que ni siquiera tiene el poder de mover masas con sus canciones.

Desde ya, señor director, quedo agradecido la deferencia suya de poder leer esta carta-protesta

Saludos cordiales,

Gonzalo Latorre

Un "téngase presente" a los señores senadores y diputados que tendrán que analizar la Reforma Tributaria.

Al igual como ellos le predican a la ciudadanía que lea muy bien los contratos, en especial "la letra chica", antes de firmarlos, les llegó la hora de practicar, porque las disculpas y recriminaciones posteriores no le sirven a nadie...

Luis Enrique Soler Milla