El otro día el señor Luis Soler Milla hablaba en su carta de las "viudas del binominal". Usted me podría explicar ¿cuál es la diferencia entre el sistema binominal y el nuevo proyecto?

Creo que el verdadero sistema justo sería aquel en la cual los verdaderos representantes en las diferentes cámaras sean aquellos que obtengan las primeras mayorías, y no las que favorezcan -como siempre- a los más poderosos partidos políticos.

¿O cree usted que con la cantidad de personas que votaron en la últimas elecciones estamos bien representados?.

Hoy son muy pocos los que creen en los políticos.

Max Jorquera

Ya se acerca ese odioso comercial que a todos los insta a gastar incluso el dinero que no tienen para comprar un presente a su madre. Este año, como todos, se acerca ese día y quiero pedirle a mis hijos por primera vez, un regalo: dejen que ese día lo pase como los restantes 364 días del año, en la soledad de mi hogar. Ese hogar que ustedes dejaron hace tiempo, porque formaron una nueva familia. No me obliguen a ponerme la máscara de la hipocresía-alegre, porque mi corazón sangra una vez más. Así, les dejaré el tiempo necesario para reflexionar y darles a entender que no son los regalos materiales de ese día ni los agasajos predeterminados los que ansío recibir y valoro, sino los pequeños momentos de alegría de amor que me pueden obsequiar durante todo el año. Puede ser una llamada telefónica en donde me pregunten ¿Cómo amaneciste mamita, estás bien? O una invitación a pasear admirando lo bella que es la naturaleza, lo bello que nos prodiga el mar en un día soleado, todo aquello que Dios nos ha regalado para gozar gratis. También me agradan otros obsequios, como que lleguen de improviso, en cualquier momento, cualquier día de la semana, mejor si es un fin de semana a verme y compartir un momento conmigo. No cuesta mucho y significa todo para una mamá. Otros obsequios de valor que no cuestan dinero, pero que "valen todo el oro del mundo", son las atenciones, las consideraciones, el cariño demostrado en pequeños gestos simples y sencillos que sí hacen feliz a una mamá y le demuestran su amor a través de ellos.

¿Ven qué simple resulta celebrar su día con esos regalos hermosos? No cuestan dinero y valen mucho, porque esos pequeños gestos quedan grabados con alegría en el corazón y así evitan que tenga que ponerme esa triste máscara cada año en que el comercio los obliga a celebrar a su mamá.

Myriam Richards M.