Transfer y taxis del aeropuerto
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Expongo mi más profundo reclamo y desagrado por la situación vivida el domingo 27 de julio, tras llegar en el vuelo procedente de Santiago de las 21:30 horas.
Al llegar al aeropuerto de Antofagasta me dirigí al servicio de transfer. Al preguntar por ello, me indican (transfer TransVip y otro) que no tenían transfer y que ya no darían más el servicio.
Ante esta situación se me conminó a tomar un servicio de taxis 'privados' y creo que hasta 'piratas'.
Al verme imposibilitado de viajar desde el aeropuerto a Antofagasta, no me quedó mas remedio que tomar a tan amable taxista, que me ha cobrado la suma de 17.000 pesos por el recorrido.
Al ir haciendo preguntas al taxista y además al escuchar lo que transmitían por radio o por teléfono, vi que era una red pirata y de cobros excesivos.
Cuando al chofer le informaron que aún quedaban 3 vuelos más aparte del que llegué (y creo que más) calculé que al menos viajarían 600 personas, de los cuales no todos tienen medios de transporte expeditos y confiables.
El chofer le comentó al interlocutor (a la otra persona que le llamó) que desde ahora comenzarían a cobrar 40.000 pesos por el viaje desde el aeropuerto a la ciudad.
Ante esta situación, cómo es posible que no haya transfer, ya que son itinerarios normales. Y además me parece que hay colusión entre estos servicios marginales y los legales, en desmedro tanto de las empresas que generan trabajo, a los taxistas honestos que los desplazan y que posiblemente haya una mafia encubierta dentro de este aeropuerto. Además del desmedro de la atención del público usuario.
Hago además mi malestar frente al administrador del aeropuerto, ya que no está informado de esto o no está capacitado como administrador, ya que debe supervisar las operaciones de las licitaciones y todo el quehacer del aeropuerto. Con todo esto simplemente demuestra su mala gestión.
Rodrigo Rodríguez Salazar
Cuando alguien nos corrige, nos llama la atención o nos regaña, es porque hicimos o estamos haciendo algo mal. No hay que avergonzarse, deprimirse o considerarse un fracaso. Pensemos que esa persona, que nos está alertando acerca de una situación, es porque nos estima, nos quiere y desea lo mejor para nosotros.