Fundado el 2 de Mayo de 1966
Director:
Sergio Mercado Richards
Representante legal:
Carlos Rodríguez Pérez
Domicilio:
Manuel Antonio Matta 2112
Fono:

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Sergio Mercado Richards
Representante legal:
Carlos Rodríguez Pérez
Domicilio:
Manuel Antonio Matta 2112
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dinos lo que piensas
El 15 de julio se trasladó a mi suegro Abel Sánchez Funes (84) desde el Hospital de Tocopilla hasta el Hospital Regional de Antofagasta, en una ambulancia sentado en un banco de madera, ya que la camilla venía ocupada por otro paciente, con el fin de ser tratado por una necrosis grave en un dedo del pie derecho, el que por simple vista debía ser amputado.
Ese día llegó a las 7 horas, lo cual quedó registrado en Urgencia, con el fin de que fuera hospitalizado.
Desde las 7 hasta las 22 horas, estuvo totalmente abandonado en una silla de ruedas en el pasillo de Urgencia, sin ninguna atención médica y menos con alimentación. Tuvo solo la atención de un familiar para sus asistencias mínimas, ya que está prohibido asistir a un familiar.
Por reiterados reclamos en ese momento, a las 22 horas tuvo que intervenir el director del hospital para poner orden, ya que nadie hacia nada por nadie, para que al fin le cedieran una cama.
El tratamiento que se realizó fue lo básico (signos vitales) por no decir lo mínimo para una persona que padece una enfermedad muy grave.
Hay falta de preocupación y negligencia por parte del personal de ese hospital, siendo registrado equivocadamente por una fractura en el pie derecho, cuando ya venía anotado en la ficha médica de Tocopilla por necrosis en un dedo de sus pies, debido a su diabetes y no por una fractura.
Por esta misma asistencia mínima, su organismo se fue debilitando, contrayendo un resfriado con una tos muy fuerte. Su operación tuvo que suspenderse, se tuvo que comprar en forma particular un remedio para la tos, ya que el hospital no tenía ese remedio.
Al final mi suegro falleció el 21 de julio, no por la gravedad de su diabetes, ni por su necrosis. Él falleció por neumonía, por un paro respiratorio.
Teníamos la esperanza de que todo tendría que salir muy bien. Se suponía que su traslado de Tocopilla a Antofagasta sería una solución. Que tendría reservada una cama en dicho hospital, que iba a ser atendido como correspondía a una persona de 84 años.
¿Por qué el Hospital de Tocopilla antes de enviar a sus paciente al Hospital de Antofagasta no coordina la cama correspondiente?
¿Por qué los médicos y especialistas no atienden como se debe a una persona con una enfermedad grave?
Todas las personas que requieren una atención médica por cualquier urgencia se conforman solamente por ser ingresados al hospital. Pero no es así, hay una total despreocupación por la asistencia que se les debería dar.
Todos confiamos y dejamos a nuestros familiares más queridos en un hospital para que se mejoren... pero no es así.
Mi suegro falleció, sé que no puedo reclamar a nadie, ni al hospital ni a los médicos, porque no me van a dar ninguna solución. Todo lo que se diga está demás, las cosas ya están así. Ojalá que no sigan ocurriendo cosas tan tristes y graves como lo mencionado.
Patricio Bugueño Muñoz