Fundado el 2 de Mayo de 1966
Director:
Sergio Mercado Richards
Representante legal:
Carlos Rodríguez Pérez
Domicilio:
Manuel Antonio Matta 2112
Fono:

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Sergio Mercado Richards
Representante legal:
Carlos Rodríguez Pérez
Domicilio:
Manuel Antonio Matta 2112
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dinos lo que piensas
Según un informe de Ciper del año 2009, los diputados recibían mensualmente, una cifra global de $13.049.597, de la cual $8.482.075 de libre disposición, que incluía la dieta líquida de $4.978.479, asignaciones por el desempeño del cargo $2.657.596, y asignación de movilización $846.000. El monto mensual que debían rendir ascendía a $4.567.522 para cubrir remuneraciones de secretarios por $3.181.756, gratificaciones trabajadores por $695.439 y oficinas por $690.327. Montos que han sido objeto de irregularidades al justificarlas. Además de lo anterior, los parlamentarios pueden contratar 'asesorías legislativas externas', las que se incrementaron desde el 2012 de $2.250.000 anuales a $25.000.000 por parlamentario, sin un control efectivo sobre ellas. Además, se asignan a los parlamentarios pasajes en avión en apoyo a la labor legislativa y fiscalizadora, los que han sido en los hechos, cedidos en gran parte a personas ajenas a esas funciones, como parientes y amigos partidarios.
A la palabra lucro se le ha dado una connotación negativa, como la obtención de una ganancia abusiva por el desempeño de una determinada actividad, sobre todo si están comprometidos dineros del Estado. Si todo lo denunciado anteriormente no es 'lucro', a lo menos se parece harto. Me pregunto, ¿la actividad parlamentaria es más importante que la actividad educacional? Convengamos que ambas actividades no deben 'lucrar', sí deben cuidar los recursos del Estado, ser normadas y fiscalizadas y que ambas pueden y deben desarrollarse obteniendo su justa y legítima ganancia o remuneración.
Ernesto Dattari Escudé
Como todas las acciones de la vida, cuando realizamos algo continuamente, adquirimos hábitos.Esos hábitos pueden ser malos o buenos. Los hábitos malos, son adquiridos por desconocimiento o por imitación. Se cree que estos hábitos son más fáciles y cómodos. En cambio, los buenos hábitos, requieren de una gran fuerza de voluntad para adquirirlos y al mismo tiempo de conocimientos que permitan utilizar métodos y procedimientos correctos y eficientes. Además, es necesario tener paciencia, personalidad y ser constante.