Durante la última semana le vine dando vuelta a una idea genial. Se me ocurrió viendo por vigésimo novena vez "Volver al Futuro 2": Si Marty McFly regresa el 21 de octubre de 2015 desde el año 1985, me metería al DeLorean care palo y haría regresar el tiempo una y otra vez al 1 de enero, para tener un verano eterno.

¿Cierto que es una buena idea? El drama es que falta mucho para octubre, y camino muy lento como para intentar el secuestro de un auto. Es que la verdad no soporto ver a los cabros que nos juntábamos a jugar a la pelota en el Trocadero, ahora con corbata y uniforme. ¡No puede ser!, dije.

DE CUMPLE

Ayer fui a pasar mi cumpleaños (cacha, más encima cumpleaños en marzo, qué quemado) a la playa, a ver si alguien se motivaba a surfear un par de olas. En eso, me encuentro a dos amigas que salían del agua cual sirenas. Isidora Brito y Lorena del Pino venían de Santiago a dedo a conocer el norte. Eso sí que es pasión por el verano.

"Esta es la primera vez que nos venimos mochileando pal' norte. Nos vinimos en bus hasta La Serena y de ahí hicimos dedo hasta Iquique", me contó la Isi. Unos camioneros buena onda las llevaron hasta Bolvia, donde vivieron el Carnaval de Oruro. Allá conocieron el valor que tienen ellos de su cultura.

"Es muy diferente allá, todo te sorprende, es todo nuevo. A pesar de ser terrible de carreteros, sabían caleta de su cultura, qué significaban los colores de los trajes de la diablada, sus significados... eso era muy bacán", dijo la Lore.

Las niñas (eran cuatro, pero las otras dos estaban concentradas tomando sol) me dieron el dato que un camionero pasaría a buscarlas para llevarlas directo a Santiago, totalmente gratis. "Vamos poh, Coco", me tentaron. Les juro que lo pensé, lo medité mil veces, pero en dos segundos les tuve que decir que debía seguir trabajando.

-Pero el otro año, fijo- les susurré al oído.

Avanzando por Playa Paraíso, una familia disfruteaba chapoteando de las hermosas aguas de nuestra costa. No estaban ni ahí con el ruido del centro, las filas para sacar la revisión técnica, pagar matrículas, permisos de circulación ni nada. Para ellos, era verano aún.

"Lo que pasa don Coco, es que yo vuelvo a la pega el próximo lunes", cuenta Andrés Solís, quien se refugiaba de los rayos del sol bajo una sombrilla. "Siempre vengo a la Playa Paraíso, y ahora está bueno que la playa esté tranquila. Durante el verano tuve harto viaje, el asunto es descansar, no viajar tanto también", dice.

Me dio vuelta lo que me dijo don Andrés, más aún con la incertidumbre que llevo, porque no se sabe si me renovarán el contrato acá en el diario. El verano se acabó y está la posibilidad de volver a mi playita junto a la familia, pero lo están conversando, dicen. Porque igual sería raro un "Don Coco en otoño", ¿no es cierto? ¿Qué haríamos en otoño?. Depende de ustedes amigos, si me necesitan, ahi estaré. J