Gonzalo Jara, un jugador redimido y elevado a la categoría de héroes por hinchas furiosos, introdujo, con arte, el dedo medio de su mano diestra en el recto de Edinson Cavani y se convirtió de forma inmediata en enemigo público de Uruguay.
Cavani, el vulnerado, reaccionó con violencia y acusó una tocación dolorosa. En el banco el Maestro Tabárez soltó un cúmulo de gritos enojados. Y en la cancha los otros diez futbolistas charrúas encararon al juez Sandro Ricci.
A la misma hora, y desde Uruguay, se levantaba la guerra fría entre la población celeste y Jara, el villano. Diego Lugano publicó una amenaza vía Twitter. Luis Suárez le enrostró a la Roja que sus vitrinas estaban vacías. Y la prensa uruguaya exigía un castigo ejemplar. Un portal, incluso, bautizó a Jara como "El guapo del toqueteo furtivo".
18 horas después del nacimiento de "El dedo de Dios", un chárter privado aterrizaba en Montevideo con 23 futbolistas frustrados. La mayoría denunciaba un arbitraje injusto. Algunos acusaban a Jara de desleal. Y otros opinaban que Chile había ganado con trampa. "¡Son jugadores sin jerarquía, sin grandeza!", lanzó Álvaro González. "Ustedes lo vieron. No hay nada más para decir", dijo Muslera, en referencia al arbitraje. "Hay que medir todo con la misma vara", añadió el afectado Cavani.
Tabárez, luego, ofreció un análisis crítico. "Lo que le pasó a Cavani, algo que si les pasa a ustedes seguramente reaccionen, porque están en juego muchas cosas, toca las fibras intimas de cualquier ofensa", explicó.
La Conmebol, en tanto, afirmó que hoy se decidirá si se abre un expediente para investigar en profundidad el gesto del zaguero.
En Chile, mientras, ya está dicho, el grueso de la ciudadanía defendía a Jara. Carlos Caszely, una leyenda, aportaba una opinión técnica: "A los uruguayos les pagamos con la misma moneda".
Defensa uruguaya
Existe en Uruguay, además del grupo inquisidor, una facción disidente que considera el movimiento técnico de Jara como algo propio del fútbol.
Hombre valientes, indiferentes a la opinión pública, consideran que el defensa chileno le respondió a Uruguay con una artimaña propia de Uruguay.
"Lo del dedo", dice un ex seleccionado charrúa llamado Enrique Peña, "lo hemos hecho toda la vida". "A nivel de barrio es lo más normal que hay y sigue pasando. Cavani no aguantó", añadió.
Jara, en definitiva, se convirtió en enemigo público. J