Llega el estilista de futbolistas y famosos
Hace tres semanas que Leonel Arriagada no ha dormido bien. "Ayer me dormí a las tres de la mañana y hoy me levanté a las siete", dice, sentado en un sillón blanco que parece camuflarse entre las paredes del mismo color. El hombre está cansado pero no se le nota. Está tan inmerso en su tarea, que si va a dormir poco para lograr su objetivo, no importa mucho. Leonel, de profesión estilista, está armando el primer "edificio de la moda" en Antofagasta.
Las cosas están terminándose a toda velocidad en Fleurs ("Flores" en francés), el nombre que le puso a este concepto de peluquería que quiere acabar con todo lo que conocemos hasta ahora en la región. La idea de un lugar donde uno solo se vaya a cortarse el pelo, teñirse, pagar e irse se comenzarían a acabar cuando se inaugure Fleurs, dice Leo.
-Queremos hacer una performance, en el sentido que la gente no se quiera ir de acá. Queremos hacer algo distinto en Antofagasta, algo que no se haya visto- dice, ajustándose sus lentes rojos.
Fleurs tendrá cuatro pisos. El primero va a tener la clásica peluquería, pero con la diferencia que atrás funcionará una cafetería, "donde puedas tomarte un champagne, un juguito rico", explica el estilista, quien también ha trabajado como asesor de imagen. En el tercer piso, habrá espacio de zumba, para que la gente se venga a entretener, "y el cuarto piso una cafetería al aire libre, con vista al mar", comenta.
CON LA SUB 17
El lugar está aún empacado, pero tiene la confianza que resultará. Le resultó en Santiago, donde inició su carrera de estilista, años atrás. Leo inicialmente estaba estudiando ortodoncia, pero un choque le cambió la vida de manera radical. "La juventud te aborda, si cuando erí joven, te creí el rey del mundo", dice. Los 22 tornillos que tiene en la pelvis son el recuerdo imborrable de ese gravísimo accidente.
Después de eso, decidió tomar el camino de la imagen. "Fui trabajando con modelos de la escuela Esperanza-Esperanza. Después conocí a gente de la moda, después a gente del fútbol… teníamos una peluquería en Santa Magdalena".
El batatazo lo dio en 1993. En esa época, con el fútbol chileno condenado al ostracismo gracias a la tallita del Cóndor Rojas en el Maracaná (1989), veía con buenos ojos a la selección Sub 17 que sí fue a participar en una Copa del Mundo, que se jugó ese año en Japón. Leo tuvo esas oportunidades que se dan pocas veces en la vida. Le hizo la asesoría de imagen a varios jugadores de esa mítica selección, donde destacaba Manolito Neira y Frank Lobos.
-Todo el look de la Sub 17 se la hicimos nosotros con Adrián Castillo, que era mi socio en ese tiempo. Éramos pendejos, nos carreteábamos todos los días… ahí inventamos trabajar a las ocho de la noche.
La idea prendió. Los jugadores comenzaron a atenderse en la noche a la peluquería de Leo, "y después pasaba a ser hueveo", dice. La amistad formada con los años hizo que una cosa llevase a la otra. De ser los peluqueros de los jugadores, pasaron a ser los peluqueros de las familias. "Nos mandaba a sacar fotos el Bonvallet", dice.
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-Nosotros estábamos carreteando en la peluquería y supimos que estaban abajo los periodistas del Bonvallet, que era el lugar donde venía la Selección a carretear, que por eso no rendían.
Philadelphia 101 se llamaba el lugar que tenía en Santiago. Después de esa experiencia, junto a su esposa Roxana se fueron un tiempo a Australia.
BABY VAMP
Es 2003 y la sociedad chilena está recién descartuchándose. El año pasado, una especie de catarsis colectiva causó el famoso desnudo masivo que organizó el fotógrafo Spencer Tunick en el Parque Forestal. Es la época también de la casa de vidrio, en que cientos de mirones iban a ver la vida de una mujer común y corriente, sólo que con murallas transparentes.
Por esa época, hicieron escándalo los paseos de Baby Vamp, una atractiva chica que se paseaba en pelotas por la capital. De la mano del artista visual Luzio Vega, Baby Vamp tomaba el micro mientras escuchaba música con unos grandes audífonos, ante la mirada atónita de la gente. Sentado en el sillón que pronto será utilizado en su peluquería, Leo cuenta que él gestionó el look de la chica.
-Lo produje en la peluquería, empezamos a hacer la tintura. Fue una performance, ¡si salió en todo el mundo!- recuerda el estilista.
Fue una polémica a todo nivel cuando se supo que Baby Vamp tenía 17 años. El Sename puso el grito en el cielo y la chica, así como apareció, se borró del mapa. "Creo que se fue a vivir a Mendoza, y nunca más se supo de la Baby Vamp", dice Leo.
Después de esa experiencia con la chica que paseaba desnuda por la capital, Leo se dedicó a trabajar en las Exponovias, con varias modelos de renombre. Y ahora, se vino a vivir a Antofagasta, porque acá están las lucas, y porque falta justo lo que se probó en Santiago con tanto éxito, como fueron esos locos años noventa. Algo así va a ser Fleurs, que durante la próxima semana debiera iniciar su marcha blanca. "Si las mamás que no tengan donde dejar a los niños… aunque esto no sea una peluquería de niños, pero está pensado para que las mamás se venga a distraer", comenta.
Sebastián, el fotógrafo, les hace una sesión de fotos en una de las sillas que ocuparán las clientas que vendrán a Fleurs. Y cuando nos despedimos, ellos siguen trabajando en la habilitación de una peluquería donde -aparte de atenderte bacán- no te den ganas de irte. Serán un par de meses de marcha blanca, para después hacer una inauguración con todo el glamour posible.