Así se cuida el césped del estadio
Cuando se inauguró la nueva infraestructura del Estadio Regional Calvo y Bascuñán de Antofagasta, en 2013, una de las principales preocupaciones de los organizadores era dejar el césped de la cancha a punto para ser una de las sedes de Copa América, que recibió sólo dos partidos asignados, entre Paraguay, Uruguay y Jamaica.
La fórmula para dar con el pasto perfecto la dieron los equipos que jugaron hasta el año pasado en la cancha del estadio. "Los jugadores reclamaban que el campo deportivo se acolchonaba mucho, y costaba desplazarse en la cancha", explica Francisco González, administrador del estadio e ingeniero forestal. Con 1.100 kilos de una mezcla de semillas plantados en enero (y con resiembras sucesivas hasta mayo), el pasto es cortado cada dos semanas con un sistema de cortes verticales para dejarlo con la finura e intensidad de color adecuado.
Actualmente, sólo cuatro personas están autorizadas a ingresar cada dos días a la cancha con la máquina de "verticortes" para la estricta mantención del césped. "En el estadio tenemos protocolos de acceso. Cada vez que ingresa la máquina al recinto debe ser desinfectada", cuenta González. Así, con dos riegos cada 12 horas y una altura máxima de 22 milímetros, el pasto queda perfecto.
Y pese a que por ahora no hay partidos hasta el próximo 12 de julio, cuando el CDA enfrente a Cobreloa (ver recuadro), la mantención del campo deportivo sigue siendo cuidadosa. "No solamente hay corte y riego, hay reparación, resiembra, hay control de maleza, control de plagas, son muchas actividades para los campos", comenta el administrador del Calvo y Bascuñán.
EL NUEVO ESTADIO
Uno de los sueños que tenía Antofagasta a finales de los 50 era tener listo su Estadio Regional para ser una de las subsedes del Campeonato Mundial de Fútbol de 1962, que se jugaba en Chile. Sin embargo, a meses de iniciarse el Mundial, el estadio no finalizó su construcción y la sede quedó para Arica. Fueron dos miembros del comité organizador, Alberto Calvo y Miguel Bascuñán, quienes retomaron la tarea de terminar el coliseo deportivo inaugurado finalmente el 8 de octubre de 1964. En su homenaje, hoy el estadio tiene sus nombres.
Con 7.280 metros de infraestructura total y con una inversión de $7.450 millones, el Estadio Regional Calvo y Bascuñán tiene una capacidad de 21.494 espectadores, y fue entregado en 2013 tras una remodelación que, debido múltiples retrasos, tardó casi tres años. Actualmente, el recinto tiene cobertura para todas las butacas, pintadas de azul y blanco, los colores del Club de Deportes Antofagasta, los "Pumas". Además, se instalaron dos ascensores, se ampliaron las zonas para la prensa y el VIP, además de dos pantallas gigantes y la habilitación de estacionamientos, y una plaza aledaña. J
