Apenas recibieron la noticia que el antofagastino Erick Pulgar sería transferido por 2,5 millones de dólares al Bologna de Italia, en el club Miramar Sureste, en las alturas de la ciudad, estaban orgullosos. Es que el crack local salió de acá, de chutear pelotas y ganar campeonatos junto al club. Hasta que cumplió 16 años, prácticamente toda la formación de Erick vino del Miramar Sureste.
En las oficinas del club lucen colgados decenas de recuerdos. Fotos de selecciones, trofeos y medallas. Incluso, un recorte de "La Estrella" mencionando varios de esos triunfos. Sin embargo, esas glorias no se condicen con el pésimo estado de la cancha de la Miramar Sureste, que incluso tiene un hoyo monumental que ya se lo quisiera algún tramo de avenida Andrés Sabella. El resto del campo no luce mejor: quebrado por el uso y el tiempo, tiene más apariencia de un lago afectado por la sequía que una cancha.
El presidente del club, Oscar de la Fuente, lo sabe. "Por eso muchos niños se nos van, porque hay equipos con mayo infraestructura que nosotros", comenta. Sin embargo, el pase de su regalón Erick Pulgar puede darles una manito. Si bien el CDA percibirá unos 300 millones por el negocio, al Miramar Sureste debiera tocarle algo así como 32 millones de pesos.
Si ello llega a concretarse, la idea de De la Fuente es tener una cancha para seguir entrenando promesas del deporte. "El sueño es tener un pasto sintético, hay que ver la cantidad de plata que llega", dice el dirigente del club.
POCO, PERO BUENO…
En la techumbre de la cancha de la Miramar Sureste hay tres balones que quedaron atrapados eternamente por el chuteo de algún niño que se ha formado en este club. Oscar cuenta que acá se han formado jugadores profesionales, pese a lo complicado del área. "Estamos un sector de alto riesgo social y que es muy complicado. Un niño que llegue a esa instancia, le puede cambiar la vida a muchos niños que están acá abajo", dice refiriéndose a Erick.
Los camarines son cosa aparte. Con mucho esfuerzo, el club tiene duchas y vestidores que desde inicios de año le dieron otra cara al Miramar Sureste. Pese a ello, el sueño de tener una cancha de pasto sintético les quita el sueño. Sería ideal. "Dicen que nos darán el 2%, esa es la discusión que hay. El fútbol amateur no es muy bien mirado", dice Óscar.
-Es poco, nosotros tuvimos a Erick Pulgar de los 6 hasta los 16 años. Se le entrega una formación, nunca desvió el camino, y salió formado con capacidades deportivas, y como excelente persona.
El sueño está, dice De La Fuente. Quizás con las Luquitas que lleguen se podrá cumplir con una canchita de pasto para las futuras generaciones, pero hay un dato que nos dice al despedirse, y que siembra la preocupación: hasta ahora, nadie se ha contactado con ellos para ver el tema de las platas, suponiendo que éstas están confirmadas para llegar. Nadie. J
"El Erick salió campeón en todas sus divisiones hasta que pasó a Antofagasta", cuenta Óscar de la Fuente sobre los años en que Pulgar brillaba jugando a la pelota con los colores de la Miramar Sureste. "Para nosotros es muy valorado lo que se hizo, porque se fue formado de acá", explica.
Ignacio Araya Chanqueo