El "hombre búmeran" busca espacio para hacer sus talleres
Hace un tiempo atrás, don Osvaldo Ayala vino a visitar la redacción de nuestro diario con un hermoso búmeran en sus manos. "¿Usted los hace?", le preguntamos esa vez. Y claro, él los hacía. En ese momento estaba el boom de la Copa América y el antofagastino estaba empeñado en hacer búmerans de toda la selección chilena, presentándonos el de Arturo Vidal.
Han pasado los meses, y hoy don Osvaldo está más concentrado que nunca en el tema de los búmerans, una de las soluciones para que -según explica- los jóvenes salgan del riesgo social. "Mire, acá está el de Alexis Sánchez", muestra con cara de satisfacción. "Me demoré solamente dos días haciéndolo", explica.
-Ese de Vidal se me quebró cuando me filmó la tele, porque fíjese que ahora estoy en Youtube- dice orgulloso.
Transportando para todos lados del centro su bolso con sus búmerans, el creador local destaca que sus obras tienen un poder aerodinámico capaz de hacerlos volar cerca de cincuenta metros hasta volver a sus manos. "¡El búmeran volador… para que tu niño despegue del computador!", es el slogan con el que muestra su trabajo.
Don Osvaldo no tiene intención de comercializarlos, pese a que podría. Tiene figuritas de distintas formas: un motoquero haciendo piruetas, un Alien -con su respectivo Depredador-, platillos voladores, además de las réplicas del "Rey Arturo" y el "Niño Maravilla". Nada de venderlos, dice. No. Lo que quiere el hombre de los búmerans es hacer un taller de fabricación de estos artefactos nacidos en Australia, enfocados netamente en adolescentes.
"Está marchando el tema del búmeran, voy a dar pronto una exposición en la Biblioteca, pero en octubre, porque están preparando la vitrina", cuenta. "No pueden dejarlos así porque se los van a llevar, se los podrían robar, así que estoy preparando eso", dice don Osvaldo. Según sus palabras, ya está en conversaciones con el consulado de Colombia para poder comenzar con sus clases de fabricación de búmerans.
DE PASEO AL INTERIOR
En su bolso no solamente tiene búmerans. Atesora, plastificados, dos recortes de prensa: el de "La Estrella" sobre la nota que le hicimos a propósito de Arturo Vidal (edición del 24 de junio), y un desgastado trozo de "El Mercurio" de los años sesenta, cuando viajó a México en una bici tándem. Mira los papeles con nostalgia. Esa mirada, la misma que tienen los inventores cuando ven realidad sus poco comprendidos sueños, la vuelve a tener hoy. Dice que los búmeran podrían ser la forma para que los niños no estén todo el día pegados en el Facebook o en el Whatsapp, y descubran que hay vida afuera, en el parque o en la playa.
"Fui a hablar con la alcaldesa, me dijo que esperara porque hay 'otras prioridades en este momento'", comenta. Pero aclara que inmediato que al menos, "a ella le gustó". El avance concreto en su proyecto lo tiene en la posibilidad de poder ir a los pueblos del interior de la región a dar clases. "En cualquier momento me llaman", explica esperanzado, "me van a llamar de la Agrupación de Municipalidades de la región de Antofagasta, tengo sesenta modelos diferentes de búmeran", dice.
Sin embargo, mientras no lo llamen, don Osvaldo sigue esperando con la misma mirada de inventor feliz. Falta el apoyo de alguna institución educacional, y ofrece su número para quien pueda interesarle este innovador proyecto: 93079925. J