Cuántas historias debe estar contándoles a sus amigas atacameñas. Escapó de un aluvión, conoció Antofagasta y a "Lindorfo" Jiménez, y ahora después de meses está nuevamente en su natal Diego de Almagro. Sin embargo, al ser una burrita Pedy no puede hablar, pero de seguro si tuviera esa capacidad tendría historia para hacer un libro.

Pedy -quien sufre una malformación congénita que la dejó con su cuellito totalmente doblado- había llegado desde la región de Atacama en junio con su amiga Neggy, otra burrita que quedó con la patita quebrada producto de un atropello. Con la ayuda de la agrupación animalista Ambita Antofagasta, se pusieron manos a la obra para traerlas a un ambiente temporal del Club de Rodeo. Fue ahí que Sebastián "Lindorfo" Jiménez se enteró de las dos burritas y se ofreció gratis para operarlas. Sin embargo, Neggy no soportó la operación y falleció.

Ha pasado bastante tiempo desde que Pedy quedó sin Neggy, pero se le ve feliz. Adora las manzanas y las zanahorias, y ya se hizo amiga de los animales que viven en el Club. "Está muy domesticada, ella juega, salta, corre, los perritos la van a ver y la persiguen. Como que ya los reconoce", cuenta Yarela Ávalos, una de las animalistas que han cuidado a Pedy.

Pese a la malformación que tiene la burrita, Yarela explica que ella no siente molestias. "El veterinario nos dijo que ella nació así y los animales la ven normal, ella se ve normal, entonces no se discrimina". Todos pensaron que con la muerte de la Neggy ella se iba poner triste y quizá hasta se iba a echar a morir, pero eso no pasó. "Nos turnábamos para ir a verla todos los días, y la verdad es que se acostumbró mucho al ser humano".

EL ADIÓS

Sin embargo, llegaba la hora de decirle adiós a Pedy. Harto le costó a Myrna Galleguillos -animalista que gestionó la ida y vuelta de la burrita- desprenderse de ella. "Nos volvimos a conseguir todas las cosas de nuevo para llevarla de vuelta", comenta. La burrita es originaria de una comunidad indígena Colla de Diego de Almagro, y una vez allá todos se sorprendieron de cómo estaba. "Antes no le gustaba mucho que la gente se acercara. Era huraña, pero ahora ellos estaban súper sorprendidos que a la burrita hasta la peinaran", dice.

Pedy ya no vive en Antofagasta con sus amigos caballos, pero el cariño sigue. Los comuneros le garantizaron a Myrna que recibirá cada cierto tiempo una foto nueva de Pedy, además de constante comunicación. El recibimiento no fue bueno al principio, porque cuando ella se acercó a los otros burritos no la pescaron mucho, hasta que al final terminó socializando con todos. Myrna dice que la próxima vez que verá a Pedy será a finales de octubre y espera verla feliz allá en los lejanos cerros de Atacama, donde la burrita sigue su vida jugando y comiendo manzanas. J

Ya en reuniones se encuentran las seis agrupaciones animalistas que trabajan para realizar una nueva Feria Solidaria de Mascotas, con el objetivo de reunir fondos para las organizaciones que trabajan por ayudar a los animalitos. "Se vienen muchas actividades, rincón de pinturas, juegos inflables, concursos y show infantil", comenta Myrna Galleguillos sobre la actividad que se realizará el próximo 24 de octubre en el Parque Croata.

Ignacio Araya Chanqueo

"Ella juega, salta,

corre. Los

perritos la van a

ver y la

persiguen"

Yarela Ávalos,