15 días sin agua: así se vive frente a la Isla Santa María
Ni los perros parecen romper la quietud de la Isla Santa María. El paisaje es paradisiaco y las olas, tan calmas que no perturban la tranquilidad de esta caleta distante 45 kilómetros de Antofagasta. Tal vez es por toda esa calma que ni los perros salen a recibir con ladridos a los visitantes del lugar, que son pocos en esta época del año. Se quedan mirando y nada más.
Pese a que no estamos muy lejos de la capital regional, -y salvo el estupendo camino pavimentado- Santa María está bastante aislada. Si usted no tiene un motor, imposible pensar en luz. La señal de celular no llega por ningún motivo, y no hay un teléfono público por acá que la haga parecer un Cachiyuyo heroico, como en ese viejo comercial de la CTC donde una caseta instalada en medio de la nada conectaba a un olvidado pueblo con el mundo.
Una vecina, Carmen Castillo, cuenta la forma de tener señal. "Tení que subir donde estás mirando hacia Antofagasta", comenta. Los cerritos y el imponente Morro Moreno hacen parecer bien difícil la tarea. Al menos una hora a pie, dice.
Sin embargo, el problema de no tener cómo comunicarse es insignificante tomando en cuenta que no tienen el elemento más vital: agua. "Desde hace quince días que no hay", explica preocupada Rosa Ruiz, seis años en la Isla Santa María. Paradójicamente, a su lado hay otra pobladora que cuelga un par de camisas recién lavadas. Un lujo, en todo caso.
AL BAÑO EN UN TARRO
"Toca los tambores", dice Carmen Castillo apuntando a unos seis baldes azules que no tienen una sola gota de agua. Para arreglárselas, tienen que ir a Antofagasta y comprarla o pedir agua en las casas, mientras esperan el incierto camión aljibe que les reparte el líquido cuando se puede (ver recuadro).
Rosa Ruiz trabaja en el huiro como la gran mayoría de los pobladores de la Isla Santa María, y explica que un chimbombo de agua acá es muy preciado, porque cuando no hay, como ahora, se pasa mal. "No tenemos ni para la loza. Imagínese la parte higiénica, uno hace sus necesidades en un tarro. Al otro día uno lo bota, y tiene que lavar el tarro y echarle agua y cloro, pero tampoco tenemos agua", dice.
Cuando están críticos con el tema del agua, se reserva para lo más urgente como la comida o para bañarse. Y de ahí, nuevamente el peregrinaje a Antofagasta para rescatar unos baldes con agua donde se pueda. ¿Por qué creen que les pasa eso?, preguntamos a la vecina Rosa. "Porque se asegura a los campamentos, y como nosotros no somos urbanos… bueno". J
Ante lo expuesto por "La Estrella" al municipio de Antofagasta, el director de Medio Ambiente, Aseo y Ornato, Mario Cárdenas, expresó que hoy un equipo viajará hasta la Isla a repartir agua potable para los habitantes de ese poblado. Sin perjuicio de ello, también manifestó la preocupación del municipio por el explosivo aumento de campamentos y asentamientos en la comuna que dificultan la entrega de agua. No obstante, se harán todos los esfuerzos por satisfacer las necesidades de los vecinos que presenten mayor riesgo de vulnerabilidad.
Ignacio Araya Chanqueo