Perdió su anillo en la playa y se lo devolvieron
"Todavía hay fe en la humanidad", "Aún queda gente honesta en Antofa", son algunos de las decenas de comentarios que obtuvo una publicación en el Facebook "Feria de las Pulgas Online" que relataba una historia muy poco usual ocurrida en el Balneario Municipal.
Todo se remonta al miércoles 16 de septiembre. Ese día, Miguel Gallardo, ingeniero y profesor de metalurgia de la UCN, fue con su hijita de casi tres años a jugar un rato al Balneario Municipal. Todo transcurría sin dramas hasta la hora de almuerzo.
Como ya había que devolverse al hogar, don Miguel ordenó sus cosas y, cuando estaba sacudiendo sus zapatillas, sintió cómo su anillo de matrimonio saltó de su dedo y cayó en la arena. A lo que, de inmediato y junto a su hija, comenzó las labores de búsqueda.
Buscó por todo el sector donde estuvieron y nada, el anilló no apareció, así que se dio por vencido.
"Quedé súper triste, no por el valor económico del anillo, sino el sentimental", recuerda Miguel Gallardo.
Días después, otro Miguel, pero esta vez Miranda, pastor evangélico, estaba en el Balneario Municipal en una ceremonia de bautizo cuando encontró el anillo de matrimonio.
"Puse el aviso en Facebook y en pocas horas el dueño me contactó y coordinamos la entrega", cuenta Miguel Miranda.
Su tocayo, dueño del anillo, hasta el día de hoy le agradece a Miranda por su honestidad, "porque no todos hacen eso, fácilmente lo podrían vender en las casas de compra de oro".
Pero para Miguel Miranda, su acción no tiene nada de extraordinario.
"La gente se asombra de que se pueda devolver algo pero yo no transo los valores y si un día a mí se me perdiera un anillo u objeto de valor, me gustaría que el antofagastino que lo encuentre haga lo mismo", comenta el pastor. J

