Una invitación a los medios de prensa locales para conversar sobre el fenómeno migratorio en la región de Antofagasta, fue realizada ayer por el Servicio Jesuita a Migrantes (SJM), entidad que acompaña a refugiados que están en situación de vulnerabilidad.

A la cita llegó el director nacional del SJM, Miguel Yaksic, quien comentó las declaraciones de la alcaldesa Karen Rojo realizadas antenoche en Mega a propósito de un reportaje sobre la llegada de extranjeros a la capital regional. "Me preocupa lo que ha hecho la alcaldesa. A mí me gustaría preguntarle si ella es lanza, porque en Europa dicen que los chilenos son lanzas. Ciertamente hay algunos lanzas, y no todos somos lanzas. Generalizar asociando nacionalidad con delincuencia se llama xenofobia, y es muy grave", explicó.

Con lo que respecta al fenómeno en la región, Yaksic señaló que las cifras hablan que un 10% de la población en Antofagasta es extranjera. "Ellos han venido a contribuir al progreso y son una riqueza. Sin embargo, en Chile nos cuesta aceptar la diferencia, nos da miedo lo distinto", dice.

En ese sentido, el director nacional del SJM señala que no ha sido fácil para los antofagastinos acogerlos con sentido de hospitalidad.

El director nacional también agregó que espera que ingrese al parlamento una ley migratoria que tenga un enfoque de derechos humanos para tener un país mucho más hospitalario con quienes así lo necesitan. "De parte del gobierno hay un deseo grande de avanzar hacia una política pública migratoria integral y con enfoque de derecho", señaló Yaksic. J

Cuando en enero pasado inició sus funciones el Policlínico Pediátrico Ambiental en el Hospital Regional, la idea era poder atender permanentemente a los niños del jardín infantil "Semillita" que fueron afectados por la contaminación de metales pesados en el borde costero. Y según datos del Servicio de Salud, hasta septiembre ya se habían realizado 318 consultas médicas.

Los primeros días, la cosa funcionó bien para los cerca de 340 niños que debían controlarse. "El primer día llegaron más de 60 papás", cuenta la vocera de los apoderados del "Semillita", Gisela Contreras.

Sin embargo, a casi diez meses desde la implementación del policlínico, de pronto varios papás dejaron de llevar a sus hijos al recinto. De las horas que se fijan para que los niños vayan al centro asistencial, el 70% se pierde, reconoce Contreras.

¿qué pasa?

"El Servicio (de Salud) argumenta que hay varias horas perdidas. Eso es real, hay una gran cantidad de horas pediátricas perdidas", señala la vocera de los apoderados. A su juicio, hay varios factores que inciden en que los papás dejaran de mandar a sus niños a control. Primero, porque se habrían entregado exámenes con bajos índices de contaminantes, lo que no provocó alarma en los padres.

"Uno como papá se queda con lo que dice el médico, pero ocurre que la orden del Servicio de Salud no era ésa, la intención era repetir los exámenes en julio. Y cuando quisimos volver a hacer los exámenes, los papás no iban, como les dijeron que la crisis estaba superada, los papás dieron por superado el asunto y no volvieron más", comenta. También, estaría el mismo desgaste de los niños.

El policlínico no ha dejado de funcionar, comenta Contreras, pero habría deficiencias. "Cuando vas a pedir la hora no te la dan, el policlínico funciona por citación", dice. La vocera no culpa al Servicio ("ellos tienen la buena voluntad de trabajar", comenta) de lo ocurrido, sino a los mandos medios. Así, varios apoderados quedaron desincentivados, causando este efecto. "Si la primera atención era mala, obviamente que tú no quieres volver", señala.

De todas formas, Contreras comenta que el trasfondo de la situación no va en las horas perdidas, sino en mantener bien a los cerca de cuarenta niños que siguen asistiendo regularmente al policlínico. Es por ello que durante la semana se reunirán con el Servicio de Salud para ver el tema, "porque el policlínico no puede dejar de funcionar", dice.

"La Estrella" consultó al Servicio sobre el Policlínico, quienes señalaron que el organismo sigue en pleno funcionamiento realizando consultas médicas, y que se les seguirá efectuando seguimiento y controles de acuerdo a las determinaciones del equipo médico a cargo del centro. J