Otro importante paso para la concreción de la venta del 50% de la mina Zaldívar a Antofagasta Minerals por parte de la canadiense Barrick Gold se produjo ayer, cuando la Comisión Europea (CE) determinara que la operación no generará dudas en materia de competencia.
De esta forma, la CE da el visto bueno para la venta de la propiedad de Barrick, a la fecha el mayor productor de oro del mundo. Según la Comisión Europea, las cuotas de mercado de las compañías son muy bajas en los sectores de su actividad.
El pasado 30 de julio, la empresa chilena anunció que compraría la mitad de la cuprífera ubicada en la comuna de Antofagasta por 1.005 millones de dólares (unos 673.350 millones de pesos). Para cerrar la transacción, se concretó un pago de 980 millones de dólares, mientras que el resto se irá cubriendo por cuotas anuales de US5 millones, desde el 2016 hasta cinco años más.
Al menos hasta el 31 de diciembre pasado, Zaldívar tenía reservas de 2,5 millones de toneladas de cobre, según lo había informado en su oportunidad. Eso significa que además de tener 14 años más de vida útil, tiene buen potencial para las exploraciones. Sus activos brutos en la misma fecha era de US$1.400 millones.
DEUDAS
La venta de Zaldívar a Antofagasta Minerals también tiene que ver con las deudas que arrastra desde hace un tiempo Barrick Gold. Para poder bajar esa brecha, la meta era reducir en 2015 esa deuda en US$ 3.000 millones.
Además de desligarse de ese 50% de la minera chilena, también la empresa canadiense Barrick Gold tiene en carpeta enajenar las faenas de Porgera, en Papúa Nueva Guinea, y Cowal, de Australia.
Cuando se produjo la venta, en Antofagasta Plc. estaban contentos. "Esta transacción está en línea con nuestra estrategia de concentrarnos en el negocio minero del cobre", dijo en julio el CEO de la compañía, Diego Hernández. J
Así como Antofagasta Minerals compra mineras, también está en pleno proceso de ajuste. Sólo la semana pasada se anunció una vuelta de tuerca en la estructura de su organización para disminuir costos y resguardar su competitividad. Para eso, tendrán que desvincular al 7% de sus trabajadores, donde también hay ejecutivos y profesionales. Este cambio se enmarca dentro del Programa de Competitividad y Costos que impulsa el grupo en cuatro ejes: productividad de servicios, gestión de mantenimiento; eficiencia energética, y efectividad organizacional.
Redacción