Fue una maravilla que impresionó a todos los antofagastinos a principios de año, luego de las lluvias. A los pocos días del fenómeno climático, los cerros de La Chimba fueron tiñéndose de verde y blanco. Diversas especies de flores y vegetación desafiaban al desierto y cientos de personas fueron a disfrutarlas, especialmente a la quebrada del mismo nombre ubicada en el sector norte de la capital regional.
Sin embargo, los meses pasaron y los colores comenzaron a irse en retirada. "La Estrella" visitó la quebrada de La Chimba en octubre y regresó ayer para ver lo que quedaba del desierto florido. Los cerros que ayer eran verdes, hoy tienen un color grisáceo por las plantas secas. Sólo una que otra flor continuaba heroica hermoseando el paisaje.
"Son plantas que duran muy poquito tiempo", explica el director regional de la Corporación Nacional Forestal (Conaf), Alejandro Santoro. "Estas plantas ya botaron su semilla, y ahora hay miles metidas en el suelo. Las que perduren en el suelo van a estar en estado de latencia por muchos años", comenta.
¿Cuándo volveremos a ver un desierto así? Santoro comenta que todo depende de las lluvias, porque las semillas están ahí esperando. El fenómeno del Niño puede ayudar en ese proceso, indica la autoridad regional. "Las lluvias están asociadas a este fenómeno", dice.
OTRA VEZ BASURA
Lamentablemente, no todos cuidan la quebrada, declarada Reserva Nacional en 1988. "Nosotros hacemos limpieza, pero tenemos gente que va al lugar y deja basura. Además como estamos muy cerca del vertedero de la ciudad, hace que muchas bolsas de plástico empiecen a caer acá", agrega Alejandro Santoro. Al ingresar a la reserva, la situación de las bolsas es evidente. Cada plantita tiene al menos una bolsa colgada de sus débiles ramas.
"Nosotros estamos trabajando de manera permanente en el lugar", dice el director de la Conaf. "Lo que nosotros esperamos es que finalmente ese vertedero sea manejado y trasladado, como estaba previsto. Y cuando ocurra, nos vamos a ocupar de manera más rigurosa en ese tema".
Santoro comenta que antes que termine el año se tiene planificado realizar un operativo de limpieza en el sector, en coordinación con grupos de estudiantes y scouts voluntarios. Sin embargo, la tarea es dura. "Es desalentador, porque uno hace limpieza y a las tres semanas ya uno ve basura por todos lados. Esperamos que el gran problema que se pueda solucionar es el vertedero municipal", comenta. J