Durante al menos un par de décadas, la planta de áridos ubicada tras un cerro en el sector de Los Arenales, no fue mayor molestia para Guillermo Rojas, vecino de la población Andrés Sabella. Sin embargo, denuncia que desde que comenzaron a trabajar con maquinaria pesada, el tema del polvo ya se ha vuelto definitivamente un cacho.
"La contaminación que tenemos en este rato es atroz. Es un hongo, parece minera en vez de una ripiera", comenta el vecino Rojas, apuntando hacia una chimenea que detrás del cerro expulsa humo. A juicio del vecino, la polución provocada por los trabajos es tal, que es cosa de ver en las mañanas cómo los autos amanecen empolvados.
Según cuenta don Guillermo, buscará hablar con las autoridades para poner fin al problema. "Me voy a dirigir con todos los dirigentes, porque ese es un peligro ambiental sumamente dañino para todos los habitantes de este sector. Por el polvo, hay mucho niño con una tos que no se pasa", dice.
EN LA PLANTA
Para llegar a la planta de áridos denunciada por el vecino, se debe pasar por un vertedero ilegal donde se acumulan toneladas de desperdicios. Después de sortear unas quebradas, se puede alcanzar hasta la famosa chimenea que durante todo el día emite su blanca fumarola. Ahí, un camión recibe asfalto en caliente que se va despachado hacia Mejillones.
"Ellos reclamaban porque supuestamente les llegaba la arena", comenta Iván Zúñiga, administrador de la planta de áridos. "No es la primera vez, han venido vecinos, ha venido el municipio. Y la distancia de aquí hasta allá abajo, que lleguen partículas gruesas, es dífícil", explica.
Zúñiga se defiende de las acusaciones. Según afirma, lo que emite la chimenea es vapor y humo del proceso para crear el asfalto, que dos trabajadores aplanan en un camión. De hecho, el administrador de la planta aprovecha de mostrar el proceso del filtro húmedo que culmina con el asfalto en caliente.
"Siempre están ahí (los vecinos) constantemente reclamando, más que nada por la cuestión que les llega arena. Pero yo lo encuentro difícil, porque como usted ve, si aquí no cae arena, ¿cómo va a caer abajo?. No sé cual es el meollo del asunto, no encuentro justificación que estén reclamando", dice. J