Complejo escenario viven extranjeros por la crisis
Como todos los domingos, Darío Flores y su mujer abren un poco más tarde de lo normal su puesto en el Mercado Municipal, porque el resto de la semana madrugan a las 5 de la mañana para tener su negocio listo para vender productos a primera hora.
Esta rutina, si bien la realizan de manera religiosa ya no surte los mismos ánimos en la pareja peruana. "Hay días buenos y días malos, pero debo reconocer que en las últimas semanas las cosas han estado más malas que buenas, por lo que solo nos queda esperar que la economía se ponga mejor", dice Flores.
Los sentimientos de la pareja son también compartidas por gran parte de sus colegas, quienes también han visto una baja en la demanda de su clientela debido a la crisis que afecta a la región por la caída del valor del cobre.
Escenario económico
El complejo acontecer económico del país no ha dejado a nadie indiferente. Desde la gran minería los despidos se han sucedido simultáneamente. Recordemos que el viernes el precio del metal rojo marcó su valor más bajo desde julio del 2009, por lo que las reducciones de personal han afectado significativamente a la zona, siendo la desvinculación más reciente la que minera Sierra Gorda SCM hizo con un 8% de su dotación.
Y es precisamente este panorama el que acompleja a la mayoría de los extranjeros que se encuentran en Antofagasta, de los cuales muchos subsisten de la venta de alimentos, productos y servicios varios.
"A nosotros nos complica principalmente que ya no exista la demanda de antes. Chile solo vive de minería, por lo cual si ese rubro decae, todos decaemos con él. Aquí los días buenos son solo los dos primeros días del mes, después dos días durante la quincena y ya no hay más", declara Wilson Mamani, comerciante boliviano.
Perspectivas
Si bien los efectos de la crisis son evidentes, existen muchos extranjeros que han declarado que pese al mal pasar económico, no abandonarían la ciudad si es que la situación se agrava.
"Desde que vivo aquí siempre ha habido altas y bajas en los ingresos de la región, por lo cual no considero que la crisis sea motivo para abandonar la zona, pues la bonanza está aquí y solo hay que hallar la manera de sortear esta dificultad", manifiesta Alberto Montero, ciudadano español que lleva radicado más de 6 años en la ciudad.
Por su parte Ying Jie Zhong, comerciante chino, dice que en su tienda han visto una baja en su demanda, incluso, ha dicho que han llegado gran cantidad de personas buscando un puesto laboral a su negocio.
Finalmente John Harry, comerciante colombiano dice que a pesar de la crisis, él y su familia viven tranquilos y sin mayores dificultades.
"No voy a desconocer lo que ocurre en la región, pero eso por lo general no nos compromete tanto a nosotros como comerciantes, pues aunque haya ventas un poco más bajas con respecto a otros años, aún no podemos decir nosotros que estemos viviendo la crisis", dice.
Esperanzas
Pese a todos estos pronósticos, parece no haber mayor preocupación en los comerciantes y emprendedores extranjeros, pues aseguran que este tipo de crisis entrega una oportunidad a la gente de iniciar sus propios negocios y contribuir a mejorar una economía.
Stefano Tousco, dueño de un local de comida ibérica señala que en estos casos solo se debe salir adelante trabajado.
"He sentido el impacto de la crisis en mi negocio, pues solo me dedico a trabajar duro para que el fantasma de la inestabilidad no se asome en mi negocio, por lo cual creo que esto se puede superar dependiendo del ánimo que cada uno ponga para salir adelante", manifiesta el italiano. J
Si bien los ingresos de la segunda región provienen principalmente de las actividades mineras, una gran parte de la población antofagastina vive de la venta de servicios, es decir, de emprendimientos en el área de alimentación, vestimenta, comercio y otros.
Es por ello que durante los últimos 7 años Antofagasta se ha llenado de negocios, pubs y locales comerciales destinados a satisfacer las necesidades del visitante.
Cristian Castro Orozco
"Siempre han
habido crisis en
la región, pero no
es para alarmarse
tanto"
Alberto Montero,