Cuando la madrugada del pasado 10 de octubre las llamas consumían el centenario Club de la Unión de Antofagasta, en pleno centro de la ciudad, de inmediato comenzaron a trazarse ideas para su reconstrucción. "La voluntad es reconstruir nuevamente el club en ese lugar", dijo en ese momento Pedro Simunovic, su presidente, a la prensa.
Sin embargo, pasaron los días sin informaciones concretas sobre su reconstrucción. La curiosidad de los antofagastinos durante los primeros días, quienes tomaban fotos de la ferocidad del fuego que se llevó de paso al Loft Café, siguió durante semanas. La semana pasada, las vallas papales fueron reemplazadas por muros blancos, quienes cubrían a la visión del público el inicio de la demolición de los escombros.
Así ocurrió durante el viernes pasado, cuando las máquinas comenzaron a trabajar para borrar todo lo que quedó. Ayer fue el último día de la demolición, y lo poco que sobrevivió podía ser observado por los transeúntes del paseo Prat. Cocinas del café, mesas, un par de barandillas de madera. Todo chamuscado por la acción de las llamas y el agua.
El problema actual es que pese a haber pasado un mes del incendio, el presidente del Club de la Unión dice que el tema reconstrucción tiene para rato. "Falta mucho todavía", comenta. "Aún no hay cálculos", dice Simunovic, advirtiendo que primero se va a trabajar en conseguir el financiamiento para reponer el edificio. Sin embargo, trascendió que existiría el proyecto de un edificio de seis pisos para construirse el próximo año, y no se descarta que el Loft Café pudiera volver a su ubicación original.
HISTORIA
Antes de ser ocupado por el Club, existen registros de que en 1904 ya funcionaba el estudio fotográfico de los hermanos Lassen, pioneros de este sistema en la provincia desde mediados de 1880. El Club como tal funciona desde 1906, pero recién se vino a este edificio en calidad de arrendatario unos años después, hasta conseguir su propiedad absoluta en 1954 al firmar la compra definitiva.
Luego de una brillante celebración de su centenario en 2006, los 90 socios del Club siguieron reuniéndose hasta el fatal incendio del 10 de octubre, causado por el recalentamiento de la red eléctrica. J