Dipreca

Señor director: Aproximadamente el 60% de los imponentes de Dipreca, tanto activos como pasivos son de regiones. Todos pagan su salud y el descuento se denomina Hospital Dipreca, pero como ese centro hospitalario está en Santiago, casi el 100% de sus atenciones favorece a los residentes de la Región Metropolitana y sin interrupciones de ninguna índole. Distinto es lo que ocurre en regiones, donde los pacientes ven interrumpidos sus tratamientos, hospitalizaciones u otros, dado que una gran cantidad de hospitales o clínicas han suspendido la atención a Dipreca, supuestamente por deudas. Es extraño, ya que a los usuarios de Dipreca, sus copagos le son descontados oportunamente, por cierto no siempre en una cuota. Pero por qué los pacientes debieran sufrir las consecuencias de problemas del nivel central. Al ser consultados la respuesta siempre es la misma: "Estamos tratando de solucionar los problemas". Producto de estos graves problemas, los imponentes de Dipreca no tienen derecho a la modalidad libre elección.

En regiones los funcionarios se esmeran en brindar la mejor atención, lo que se agradece, pero los problemas derivan desde el nivel central y es ahí donde viene la pregunta ¿por qué el Hospital Dipreca no suspende las atenciones y los recursos que de ahí se deriven vayan en apoyo a los convenios de regiones? El centralismo es un problema país y cuando se ven afectadas las regiones, en Santiago no preocupa.

Alberto Contreras Silva

El mejor amigo del hombre

Cada vez que se le pregunta a un niño ¿Cuál es el mejor amigo del hombre? La respuesta siempre es la misma "El perro" y los fundamentos que dan son innumerables.

Craso error, el mejor amigo del hombre es un objeto que podemos llevar donde queramos, lo podemos ocupar en cualquier lugar, a cualquier hora y por supuesto tenemos la libertad de elegirlo, clasificarlo y siempre habrá un espacio donde guardarlo ¿adivinaron? Por supuesto, el mejor amigo del hombre es su majestad "El libro", y no creo estar equivocada. Lo más triste es que hoy en día las últimas generaciones parecen estar reñidas con lo que nos entrega un libro, como es tener el hábito de la lectura. Ya casi no se lee, es algo que compite con los medios audiovisuales y los juegos tecnológicos. La buena lectura nos sumerge en un mundo verdadero y también imaginario como cuentos, mitos, leyendas, novelas, poemas, ciencia, política, religión o investigación. El libro es algo maravilloso, pues nos informa de determinados temas y nos da la oportunidad de tomar decisiones frente a la vida sí es que ya tenemos una opinión preconcebida de ella. Entonces a tomar un libro y retomar el hábito que cultiva el alma y enriquece nuestro vocabulario y cultura.