Los turistas ya están llegando a disfrutar del tranquilo Mejillones
Nuestro cocodrilo reportero salió a pasear por las playas y se encontró con amigos que ni conocían el desierto.
Generalmente, antes que inicie la temporada de playas ando tan ansioso, que como que necesito arrancar un rato de la ciudad y su excesiva bulla. Mucha micro, mucha gente gritando en el celular, mucha música a todo volumen. Y como el evento va recién el próximo martes (vea la nota que está abajo), ayer nos pegamos el pique a Mejillones, un lugar rico y cálido para disfrutar de sus aguas, y de la tranquilidad.
De hecho, las aguas de esa comuna ubicada a 65 kilómetros de Antofagasta son más cálidas que lo normal, debido a la presencia de las termoeléctricas. Por eso, desde el 98 empezaron a venir muchas tortugas verdes, que son especies migratorias en todo el mundo. Pero ellas, en vez de irse, armaron su propia colonia.
Por el lado de la Gobernación Marítima (la casa de la Jovanka en "Romané"), los niños ya dejaron de ir a clases y se juntan a disfrutar un rato del agüita. A las 2 de la tarde, y con un sol infernal, aún no hay mucho bañista, pero tres amigos salen del mar con una toalla, felices.
Los amigos se llaman Yusef, Flor e Ylei, y están de paso por Mejillones. Yusef e Ylei vienen de Cuba, y Flor de Venezuela. "Está bonito, pero el agua es media fría para nosotros", dice Yusef. "Pero más calientica que en Viña", le responde Flor.
Los turistas vienen de paseo por todo Chile, y encontraron impresionante la inmensidad de nuestro desierto. Tanto así, que Ylei dice que no había visto algo igual. "En mi país no hay un cuarto de tierra que no tenga una planta", dice. Alguien les dio el dato de Mejillones y se quedaron acá, alojándose en un hotel. Se supone que estarían un ratito no más en la región, pero ya llevan tres días y todavía no tienen planificado volverse. "Vamos a San Pedro de Atacama", me cuenta Ylei. Por un momento, pensé en desinflarme (tengo esa capacidad), doblarme y colarme en una maleta, pero mi fotógrafa lo impidió, recordándome que después de todo, vinimos a la playa a trabajar. Casi.
3 km al norte de Mejillones, está el llamado "Mirador de las tortugas". Si tiene suerte, puede ver a esos simpáticos animalitos.