Cristian Castro
Lo que comenzó siendo una acto protocolar y ceremonioso acabó por convertirse en una emocionante junta generacional de ex y actuales estudiantes del colegio San Luis, quienes asistieron ayer por la mañana hasta la municipalidad para estar presente en la entrega de un valioso distintivo para el establecimiento que los formó en su primera etapa de vida.
Y es que aproximadamente una centena de asistentes que tienen o tuvieron relación con el colegio, llegaron a la investidura en la ceremonia del Ancla de Oro, el cual fue concedida el pasado 20 de enero al centenario Colegio San Luis.
Ceremonia
El acto comenzó poco después de las 10 de la mañana en el salón auditorio de la Municipalidad de la ciudad.
Después de las presentaciones propias de la ceremonia, se procedió a entregar primero las distinciones a los dos nuevos hijos ilustres de la ciudad, méritos que recayeron este año en el Monseñor Pablo Lizama Riquelme y en el fallecido comunicador y deportista Antonio "Tonko" Obilinovic.
Hijos ilustres
Fue el secretario municipal, Héctor Ávalos quien subió al podio a certificar los reconocimientos de hijos ilustre para estos dos connotados personajes.
El primero en ser distinguido con el galardón fue Monseñor Pablo Lizama, quien desde el 2004 es el arzobispo de la arquidiócesis de la ciudad.
"Este galardón no es por obra mía, sino de una comunidad integrada por todos los servidores del pueblo de Dios" dijo emocionado el nuevo hijo ilustre, quien también lo es de la ciudad de Melipilla.
Y fue la hija del desaparecido Antonio "Tonko" Obilinovic quien recibió el galardón a título póstumo de manos de la alcaldesa Karen Rojo.
"De verdad que me siento muy emocionada por esto, y también me llama la atención todo el cariño que despertó mi padre en las personas", dice Tonka Obilinovic, hija del profesor, deportista y comunicador, quien falleció el pasado 10 de enero.
Alegría de los leones
Pero la algarabía desbordante se sintió como un alud en el auditorio cuando llegó el momento de entregar el Ancla de Oro al Colegio San Luis.
Y es que el orgullo de los antiguos estudiantes que se reunieron para la ocasión no podía ser mesurada debido al regocijo de estos por la distinción que se le hacía a su querida escuela a cien años de su fundación.
"La verdad es que esto me tiene muy emocionado. Y eso que a mí me echaron del colegio en su momento, pero después regresé y salí como uno de los mejores estudiantes", cuenta emocionado el exestudiante y actual fiscal regional, Alberto Ayala, quien subió al escenario junto a todas las generaciones pasadas y presentes del colegio a entonar a vivo pulmón el himno de su institución.
"Primero quiero dar las gracias, y aclarar que el que cumple cien años es el colegio. No yo", precisó en su discurso el actual rector del colegio, el padre Alejandro Pizarro.
Posterior a estos reconocimientos, los antiguos alumnos no descartan próximas celebraciones por la condecoración y aseguran que este reconocimiento lo tiene más que merecido dicho colegio.
La Estrella de Antofagasta