A doce meses del retorno de las artes escénicas
Este año nuevamente se ocuparon todas las vacantes en las carreras de arte de la Universidad de Antofagasta. Los docentes se muestran felices.
En marzo de 1973 ingresaba la primera generación de jóvenes a estudiar una carrera artística profesional en Antofagasta. Los alumnos de teatro de la entonces sede regional de la Universidad de Chile, pudieron desarrollarse -eso sí- solamente por seis meses. En septiembre del 73 se cerraba el intento de dotar a la casa educacional con dicha carrera. Ahora, en febrero del 2016, doce estudiantes están felices de poder completar lo que aquellos muchachos de cuatro décadas atrás, no pudieron concretar.
Hugo Romero Castañeda, decano de la Facultad de Ciencias Sociales, Artes y Humanidades de la Universidad de Antofagasta, dice sentir una mezcla de felicidad con orgullo. "Estamos felices con la demanda del año pasado y la de ahora. Se ocupó el cien por ciento de las vacantes ofrecidas (...) esta universidad como estatal y pública, tiene una obligación del desarrollo de las artes. Es una inversión social y no económica", menciona.
El año pasado ingresaron 24 mechones a música y 20 en artes escénicas, ahora serán 32 en música y 20 en artes escénicas.
El director de la Escuela de Artes Escénicas, Alberto Olguín, cuenta que están viviendo un sueño: "es un proyecto que lo estamos llevando adelante con colaboradores en algunas áreas que son más complejas (...) la carrera tiene un nuevo paradigma educacional, por competencias, donde lo importante es que los profesores seamos acompañantes del proceso de descubrimiento de los alumnos".
Los 12 muchachos que pasaron al cuarto semestre, buscan conseguir su título de actriz-actor con grado académico de licenciados en artes escénicas, por lo tanto desde el punto de vista teórico las asignaturas han sido bastante intensas.
Así lo comenta Renzo Rocco, estudiante que vio en esta escuela la posibilidad de cumplir el sueño de estudiar teatro. Antes había estudiado otra carrera, pero cuando supo que se abrían las artes escénicas en Antofagasta, no lo dudó y reingresó al proceso de pregrado.
"Cuando supe que iba a quedar, fue un desafío súper grande porque era la primera vez que se abría esta carrera en Antofagasta, entonces el hecho de tirarse a la piscina fue apostar todo en esto, y el hecho de que hubiera gente que está ligada al teatro y otros que nunca antes habían estados ligados, lo encontré bacán...", explica.
"Creo que es un grupo bastante homogéneo de gente, hay algunos que nunca habían hecho teatro y gente que ya llegaba con alguna experiencia, y el hecho de juntar a esas personas creo que ha dado muy buenos frutos. Los profesores a fin de año nos decían que a como entramos y a como salimos, había una diferencia bastante sustancial. Entonces yo creo que se debe al trabajo que hemos hecho y a la mecánica que hemos adquirido como grupo (...) yo pensé en algún momento que no podía resultar y que podría ser una pérdida de tiempo, pero con el correr del año y conocer a los compañeros, fue bastante grato. Agradezco mucho haberme metido a estudiar", agrega.
Es el premio a quienes tuvieron la paciencia y la valentía de haberse atrevido a apostar por una propuesta y un lenguaje local, apostando incluso a la dramaturgia nortina.
"La idea es que empecemos a tratar temas de acá, que las obras futuras que se puedan hacer, sean de temas locales y que no tengamos que recurrir a la dramaturgia capitalina. Ojalá que hayan muchos autores de acá", proyecta Rocco.
32 ingresarán este año a estudiar música, superando la cifra del año pasado: 24.
20 mechones en este 2016, tal como lo ocurrido en el 2015, ingresarán a teatro.