En Antofagasta también un hombre lamenta la muerte de uno de estos mamíferos, pero que a diferencia de los lobitos en Mejillones, la muerte de su lobo regalón se debió por circunstancias distintas.

Se trata del famoso "domador de lobos" del Terminal Pesquero, quien tenía la capacidad de llamar a estos enormes animales hasta los roqueríos del sector para que pudiesen ser fotografiados por la gente.

A lo largo de los años, "El domador", quien tiene por nombre Gerardo Galleguillos, fue encariñándose y acostumbrándose a la compañía de estos animalitos, a quienes quería como si fueran sus hermanos y a los que también alimentaba con la ayuda de los pescadores del lugar.

La mala noticia

Pero todo se tornó tragedia para este pintoresco personaje, ya que en la mañana del sábado, "Cabezón", uno de sus dos lobos preferidos, amaneció muerto.

"No quiero recordar lo que pasó porque aún siento una enorme pena. Solo recuerdo que mi querido 'Cabezón' amaneció flotando muerto producto de una herida que recibió no sé de donde, pero ya está descansando", dice.

Ahora, el hombre cuenta solo con "Pancho", el segundo mamífero que conoce su voz y asiste a su llamado, "Pancho también extraña a Cabezón. Espero que la gente y los pescadores cuiden más a los lobitos, que no le hacen daño a nadie", dice el apesadumbrado hombre.

Ignacio Araya Chanqueo

Todos los días, los veraneantes que aún siguen llegando a Hornitos o Chacaya se encuentran con el mismo lamentable espectáculo: varios ejemplares de lobos marinos aparecen muertos en la orilla, la mayoría en estado de descomposición. "Son muchos", comenta sorprendido el alcalde de Mejillones, Marcelino Carvajal. "Las cuadrillas están todo el día sacando lobos, en algunos lados se encuentran cuatro, cinco, hasta diez lobos en un día", explica la autoridad municipal.

Sin embargo, la razón de las muertes proviene del mismo mar. La poca disponibilidad de fitoplancton, provocada por el fenómeno de El Niño, ha causado que la anchoveta y la sardina no tengan qué comer. De ahí sigue la cadena: los lobos marinos se alimentan de estos peces que ya no están, provocando una hambruna masiva y, por ende, la muerte por inanición.

"Ya llevamos dos meses con esta crisis", explica el profesor Carlos Guerra, biólogo marino de la Universidad de Antofagasta. "Hicimos una revisión en las loberías de la península donde se congregan miles de lobos, cuando veíamos cientos, ahora hay tres o cuatro. La cantidad de lobos es mínima comparada con lo normal para esta época, eso significa que los animales han salido a buscar comida donde sea", dice.

En enero, el problema se había visibilizado porque decenas de lobitos bebé estaban siendo abandonados en la arena, y muchos de ellos no resistían los primeros días. En esa ocasión, las lobas sencillamente los dejaban tirados. "Cuando ve sobrepasada su sobrevivencia por falta de alimentación, entre criar y salvarse ella, se salva ella", menciona el profesor Guerra.

Falta de comida

Para el alcalde Carvajal, la situación que se vive en la costa no es normal. "Nunca se había visto eso. Una vez se encontraron cuatro lobos muertos, pero hoy están en Hornitos, Chacaya, Playa Grande, en varios sectores", dice. Según cuenta, los pocos animales que se han visto en la costa están más agresivos que nunca con los pescadores. "Están intentando arrebatarles los pescados, porque no tienen comida".

Según los pronósticos, el fenómeno debiera ir en declinación en el transcurso del año, pero mientras tanto la aparición de lobos marinos muertos debiera continuar. Los que logran quedar vivos, son rescatados por funcionarios de Sernapesca y llevados al Centro de Rescate de la Universidad de Antofagasta para su control y posterior retorno a las loberas.

"Este año ya llevamos 23 eventos de esta naturaleza", cuenta el director regional de la entidad, Carlos Herrera. La cifra contrasta con los lobos que fueron salvados en 2015, que sumaron en total 16.

5.000 lobos marinos es la población aproximada de estos animales en toda la región de Antofagasta.