Ingresó observando a los asistentes de la sala. En el fondo se encontraba sentado su padre, quien lo acompañó en todo minuto, aunque fuese a la distancia.
O.V. P. (21), volvió al banquillo de los acusados luego de cumplirse un año desde la muerte del suboficial mayor de Carabineros, Rigoberto Candia Pérez.
El copiapino es hasta el momento el único inculpado en este asesinato y ayer comenzó el juicio oral en su contra.
"Estamos acusando por el delito de homicidio de carabinero, tráfico de droga y un delito de hurto, todos delitos en los cuales tuvo participación como autor al imputado. Esperamos un veredicto condenatorio", explicó el fiscal del caso Claudio Sobarzo.
El 25 de febrero del año 2015 la tranquilidad del poblado de Ollagüe en la zona fronteriza de la Provincia El Loa se vio interrumpida por un hecho que causó conmoción.
Uno de los funcionarios de Carabineros que cumplía funciones en la tenencia había sido asesinado cuando realizaba un procedimiento.
Comenzó en se momento un amplio despliegue para encontrar a los responsables de los tres disparos que recibió el suboficial mayor.
Durante la jornada se detuvo quien hasta ahora sigue siendo el único imputado en el caso, el temporero O.V. P.
Sin embargo, los antecedente que se conocen hasta el momento permitirían establecer que no fue él quien percutó el disparo. De igual forma fue acusado por homicidio.
"Hay un segundo involucrado que está prófugo con orden de detención, él sería el autor material del hecho, pero él (imputado) sería acompañante y dentro de la figura ampliada de autoría, también se le considera como autor ejecutor por las acciones que realizó ocurrido el hecho y previo al hecho", agregó el fiscal Sobarzo.
Efectivamente la defensa afirmó de forma categórica que "el que disparó el arma no fue él".
La versión aportada por el padre del imputado también es distinta, puesto que dice que su hijo "estaba aterrado por lo que pasó y quiso huir a Copiapó para entregarse allá. Antes pidió ayuda en la carretera y a gente del ferrocarril para auxiliar al Carabinero", explicó.
El rostro del hombre evidencia lo afectado que está por lo que vive su único hijo, quien antes de esto "tuvo siempre un buen comportamiento", dijo.
Efectivamente tiene irreprochable conducta anterior y hasta el momento ha colaborado con la investigación.
El imputado renunció a su derecho a guardar silencio y entregó su versión de lo sucedido. Momento en que se solicitó el abandono de la sala de los asistentes por la delicada información que iba a aportar.
También entregó su relató el conductor del vehículo que encontró el cuerpo del uniformado, quien antes había visto a los dos supuestos involucrados, quienes le habían hecho dedo. El juicio continúa hoy.
20 años por el homicidio, 3 años y un día por el delito de tráfico de droga y 541 días de prisión por el hurto simple.