Redacción
Los chilenos ocupamos nada menos que el segundo puesto en Latinoamérica a la hora de comer chocolates. Por eso no es de extrañar que a casi dos semanas de la celebración de Semana Santa y la llegada del Conejito de Pascua el comercio esté repleto de huevitos a base del delicioso cacao.
En la mayoría de las góndolas de accesos a los supermercados figura una gran oferta de huevos y conejitos de chocolate para regalar a los más pequeños de la casa y los no tanto en la celebración del Domingo de Pascua el próximo 27 de marzo.
Hay una gran variedad de productos para todos los gustos y también todos los bolsillos, por lo que sólo hay que escoger los que mejor se acomodan al gusto y al presupuesto familiar.
En supermercado Tottus, por ejemplo, hay huevitos que parten desde los $1.150 como el paquete Dos en Uno de 22 unidades pequeñas hasta los $4.943, como la bolsa de 50 huevos grandes de Trencito de Nestlé.
Mientras que los huevos pañuelos Vizzio están a $4.499 los 196 gramos de Costa y los de Ambrosoli a sólo $3.499.
El abanico de posibilidades es infinito con paquetes de huevitos de todas las marcas e inspirados en los más variados personajes infantiles. Sólo hay que escoger macizos pequeños, medianos y grandes o con qué tipo de relleno.
Pero no sólo los huevos en todos sus tamaños dominan en la gran oferta para la Pascua de Resurrección, sino también los chocolates con forma de conejos como los Bom o Bom y los Rocklets que se pueden encontrar desde los $1.390 o los Bunny de Snickers disponibles a $3.490 y los Conejo de Ambrosoli a $2.990, en la mayoría de los supermercados.
También hay una promoción especial de Carezza marca Costa que incluye un conejito más seis huevitos de chocolate por sólo $15.99.
Y para los que no les gusta el chocolate o simplemente no pueden comerlo hay coloridas almendras en forma huevito a $2.590, bolsitas de porotitos en forma y color de de zanahoria a $1.560 y huevitos de gelatina a $2.830, además de bastones con similar precio.
Tradición
Sólo hay que decirse qué comprar para ayudar al Conejito de Pascua para mantener esta tradición relacionada con la Resurrección de Cristo y que cada vez cobra más fuerza especialmente entre los más pequeños.
Esta tradición tiene sus orígenes en Alemania en el siglo XVI en Alemania, en el XIX se fabricaron los primeros conejos comestibles y en el siglo XVIII fue introducida en América con la llegada de los inmigrantes, pasando a ser un símbolo de la resurrección de Jesús para los cristianos.