La tienda K-pop que todo lo tiene y nadie conoce
En una solitaria y polvorienta calle del sector norte, una pequeñita y adorable tienda ofrece los últimos artículos tendientes a esta moda asiática, pero nadie va.
Cristian Castro. - La Estrella de Antofagasta
Lo primero, explicar en simples palabras que es el K-pop. Esto es básicamente todo lo relacionado a los distintos géneros de música popular de Corea del Sur (Corea del Norte, por razones obvias es poco dado a internacionalizar su música), por ende, este estilo se define como Korean Pop, y en los últimos cinco años ha tenido un gran arrastre en los adolescentes de varios países.
Entendido esto, si bien esa música y los estilos tendientes al K-pop son famosos, no lo son "tanto" como para encontrarse con una tienda que venda elementos relacionados a ello en la esquina de su casa, como quien quisiera comprar un par de huevos o una bebida en el negocio de la vuelta. ¿O si?
Bueno, Antofagasta es la excepción a esto.
Una tienda perdida
En el sector norte de la ciudad, específicamente en la calle Pisagua, existe, en medio de algunas vulcanizaciones, casas y un apartadero de buses, una tienda de K-pop, en donde el vecino podrá encontrar lo último en tendencias musicales surcoreanas.
Este particular emprendimiento nace de los gustos de dos hermanas, Siria y Carolina Barriga, quienes se enamoraron de esta cultura cuando empezaron a ver teleseries de este país asiático que en su época comenzó a transmitir una conocida señal televisiva.
"Comenzamos viendo Escalera al cielo, y de ahí que nos enamoramos de esta cultura, la cual nos pareció bastante interesante y entretenida", cuenta Siria.
Ventas
Pero fue la ida a un recital de uno de estos grupos surcoreanos en Santiago (el nombre es muy largo) lo que gatilló en las hermanas a atreverse con la ventas de artículos K-pop.
"En ese concierto adquirimos muchos accesorios para vender, y de ahí poco a poco fuimos consiguiendo más hasta llegar al punto de abrir este negocio", cuenta por su parte Carolina Barriga, quien junto a su hermana, atiende este negocio vestida de chicas animé.
Pero el animado y novedoso emprendimiento choca con una realidad geográfica y publicitaria, la tienda K-pop, que se ubica en una extensión de la casa de estas hermanas, se encuentra en un lugar poco frecuentado por lo que podríamos llamar, el "público objetivo".
¿Cuánto es lo que venden al día?
Nada.
Oh.
Pero lejos de desanimarse, las jóvenes hermanas reconocen que por lo general, cuando se hacen eventos relacionado con esta moda en la ciudad, llegan a vender al por mayo cifras envidiables, reivindicando así las nulas ventas de la semana.
Recordemos que no es extraño encontrar lugares que vendan estos artículos, pues en lugares del centro de la ciudad, como también algunas galerías se pueden encontrar en vitrinas figuritas, posters, agenda, ropa y todo tipo de cosas asiáticas, pero encontrarlo en el barrio donde se vive, es extraño.
"Una de las cosas más anecdóticas que nos ha ocurrido, es que por lo general en este barrio, cuando llega gente a comprarnos, son abuelitas, quienes llevan agenda o novelas coreanas, lo que nos sorprende mucho", dice Siria, quien junto a su hermana, a pesar de las nulas ventas que genera, es feliz.