Redacción - La Estrella de Tocopilla
Con la declaración de tres testigos presenciales se desarrolló ayer la reconstitución de escena del caso del auxiliar paramédico Claudio Olivares Bignani, quien falleció el 6 de febrero del año pasado, 13 días después de ser encontrado inconsciente en la intersección de las calles Achao con Pisagua de Antofagasta, a sólo una cuadra de su hogar.
La diligencia fue dirigida por el fiscal adjunto Juan Castro Bekios y en ella tomó parte la PDI, a través de su Brigada de Homicidios (BH) y el Laboratorio de Criminalística (Lacrim). Estos recogieron y fijaron los relatos de tres hombres, uno de los cuales llegó esposado y con fuerte custodia de Gendarmería por estar privado de libertad en otra causa, quienes detallaron lo que vieron en la mencionada esquina.
El procedimiento se extendió por cerca de una hora y 30 minutos, tras los cuales el persecutor explicó que fue una diligencia fundamental en la investigación y que las versiones de los testigos fueron fijadas fotográfica y planimétricamente. Dijo además que el resultado de ello "se va a saber una vez que tengamos las conclusiones de los respectivos informes, tanto del informe policial propiamente tal de la Brigada de Homicidios, como del Laboratorio de Criminalística".
Castro agregó "que semanejan diversas hipótesis y son las que se están agotando a través de las distintas diligencias de investigación". Consultado respecto a si se trató de un ataque homofóbico, indicó que no puede hacer una evaluación, sino investigar hechos para establecer qué ocurrió y agotar las líneas de investigación.
Quien sí insistió en su convicción en que Claudio fue víctima de un crimen homofóbico fue su hermana Ruth, quien recordó que fue golpeado, lanzado de un vehículo y atropellado dos veces. Criticó los "nulos avances" y que muchas pesquisas no se hicieron. "No era un animalito en la vía pública", dijo.
48 años tenía Claudio Olivares, funcionario del Cesfam Centro Sur de Antofagasta.