Conviviente de agredida le habría sacado los ojos con una llave
En prisión preventiva quedó Mauricio Ortega, el único detenido por la agresión a Nabila Rifo.
En prisión preventiva por los 90 días que dure la investigación quedó ayer Mauricio Ortega (41), el único detenido por el ataque que afectó el sábado a Nabila Rifo (28) en Coyhaique, y que fue formalizado por femicidio frustrado. La mujer es su conviviente y madre de dos de sus hijos.
La determinación la tomó ayer el juez Mario Devaud luego de escuchar los espeluznantes detalles que entregó el fiscal jefe de Aysén, Pedro Salgado, sobre lo que habría sucedido el fin de semana entre Rifo y Ortega.
Según su indagatoria, a las 6:02 de la mañana del sábado, un vecino escuchó gritos de una mujer a quien vio en el suelo y a otra persona caminando hacia el oriente. Llamó a Carabineros.
La joven estaba con signos de hipotermia, múltiples fracturas, pérdida de masa encefálica, de dientes y le habían arrancado los ojos.
Según contó Salgado, Carabineros encontró, a un costado de la víctima, una llave de un vehículo Suzuki, lo que permitió llegar al domicilio de Ortega, pues correspondían a un auto estacionado afuera de la propiedad del hoy imputado, lugar donde vivía él, la víctima, el padrastro de Ortega y los cuatro hijos de Nabila: los dos más pequeños con Ortega.
Esa noche, cerca de las cuatro de la mañana, y con Ortega muy bebido, se inició una violenta discusión entre el imputado y Nabila Rifo. El hombre intentó golpearla siendo contenido por dos amigos que estaban en el lugar. Ella lo acusó de deberle plata y él le contestó que era una malagradecida.
El fiscal regional señaló que uno de los menores presenció agresiones, tras lo cual llamó a Carabineros y a un pariente, que llegó a la casa y sacó a los cuatro niños. Los amigos del imputado se fueron a eso de las 5.30 de la mañana, cuando supuestamente Ortega estaba más calmado.
Según el Ministerio Público, hubo dos momentos de golpes hacia Rifo: el primero en el cráneo con un bloque de cemento, lo que configura el delito de femicidio frustrado; y en el segundo el imputado le sacó los ojos con una llave o un elemento similar, con el objetivo de causar daño permanente, lo que constituye delito de lesiones graves y gravísimas.
Aunque las secuelas reales de la agresión se conocerán cuando Nabila recupere la conciencia en su totalidad, ayer el director de la ex Posta Central, Mario Henríquez, aseguró que los exámenes que se le han realizado desde su llegada a Santiago demostrarían que no tiene un daño neurológico.