Desastre en corporación Sorenial por derrame de aguas servidas
Dos cámaras explotaron y dejaron cuantiosas pérdidas en institución de ayuda a personas con discapacidad.
Con una mascarilla y guantes plásticos que no se saca por ningún motivo, doña Rosa Vitali, presidenta en Antofagasta de la Sociedad de Rehabilitación del Niño y Adolescente Lisiado (Sorenial), mira con impotencia lo que dejó el paso de las aguas servidas que brotaron de dos cámaras bajo la casona. Durante la madrugada del martes, la verduzca y maloliente agua arrasó con los trabajos que hacían los adultos que acá se rehabilitan, además de ropa y una infinidad de documentos.
Hay que ser valiente para entrar a la casona de Pedro Aguirre Cerda con Felix García, porque el olor a fecas es insoportable, apenas pasable con la mascarilla puesta. Tanto así, que los maestros que llegaron a trabajar con la limpieza del desastre, apenas metieron la cabeza a una de las piezas y se volvieron donde Rosa.
-No podemos entrar todavía, hay que ventilar- le dijeron.
"Estamos imposibilitados de trabajar, si no se puede de aquí al lunes, vamos a tener que adelantar las vacaciones, porque con estos olores, va a costar que salgan", dice la presidenta de la corporación-fundación. En Sorenial tienen 32 usuarios de entre 20 y 50 años, que participan en diversas actividades para su rehabilitación. Hay comedor, una sala donde hacen repostería, otra de computación y otra de estar. Las últimas dos quedaron bajo diez centímetros de, literalmente, caca.
A fumigar
Cuando "La Estrella" visita el lugar, ya se ha limpiado durante todo el día, pero aún quedan lagunas de agua servida estancadas en la cancha de tierra. No es la primera vez que la están pasando mal: el fin de semana el agua lluvia se coló hacia dentro y en marzo pasado, se metieron a robar.
Una de las cosas que le duele a Rosa es ver los muebles que les regalaron desarmados para que los vendieran, y así generar un par de recursos para la institución. Como eran de masisa, tras estar doce horas bajo las aguas servidas, los muebles se inflaron y quedaron inutilizables. "Yo lloraba de impotencia", dice la encargada del recinto del sector norte.
Cuando vino Aguas Antofagasta al lugar, el inspector a cargo le dijo a la presidenta de la institución que se repondrá todo el material de trabajo que se perdió bajo el agua. Ella dice que le sorprende que el agua haya salido de color verde, porque cuando se destaparon las cámaras aparecieron hasta palos. Mientras tanto, no quedará otra que limpiar y fumigar el sector.