Cartas
Hospital
Señor director:
La carta que envié la otra vez sobre la mala atención que recibió mi tía por parte de una funcionaria del hospital caló muy fuerte en la dirección de este establecimiento.
El día de la publicación mi tía recibió una llamada telefónica del hospital por parte de una señorita que no se identificó, preguntándole si era efectivo el escrito y donde podía ubicarme. Mi tía le respondió que había sucedido tal como se menciona en la carta.
Sobre el hospital hay que decir lo bueno y lo malo. Lo malo, de que mi tía fue tratada en forma descortés, es efectivo. Algunos médicos llegan a atender a la hora que ellos quieren. Lo he vivido. Conseguir hora en Urología cuesta mucho. No culpo al personal. Desde el 2015 espero que me llamen para una operación a cálculos en la vejiga, y aún sigo esperando. Dos meses que hice una interconsulta para ver al dermatólogo, y ahí sigo.
Lo bueno, a mi tía la atiende el doctor Cotoras, un excelente médico que atiende muy bien a todos sus pacientes. Ella en diciembre de 2015 estuvo internada en el cuarto piso del hospital, donde recibió excelente atención, tanto de los médicos como de las enfermeras. Yo en julio de 2012 llegué a Emergencia, donde se esmeraron en atenderme (me salvaron). Tenía un tromboembolismo pulmonar. Estuve en observación 8 horas y luego pasé al TIM. A la semana a Medicina General, donde estuve 48 días y fui tratado de muy buena forma. Recuerdo con mucho cariño a las enfermeras, especialmente a Lotty Herrera y al doctor José Vergara.
Posteriormente estuve tres años en el TAC. Agradecer la atención de Cecilia Díaz. El hospital cuenta con equipos de alta tecnología, mejor que cualquier clínica. Me atiendo en el consultorio CentroSur, con personal que se esmera por darle lo mejor al paciente. Destacar al doctor Carlos Santos, quien atiende con mucho cariño. El nombre de mi tía es Bessy Godoy Carvajal.
Señores del hospital, acepten las críticas y denle una atención digna a los pacientes.
Waldo Campusano Álvarez
La duda
Estimado director:
¿Se sabrá alguna vez si cuando se promovieron las reformas tributarias, laborales y educacionales, se tenía real conciencia que las tres eran muy dependientes entre sí?
A la luz de los hechos, todo apunta que no.
Luis Enrique Soler Milla