Cartas
Recuerdo
Señor director:
Espero que esta carta se pueda publicar. Muchas gracias de antemano.
Cuando las muestras de cariño son gratuitas, sin mezquindad, sin cálculos, ni valoraciones de clase o de estudios y vienen de un ser que es "tan simple", eso se siente más y se aprende más.
En nuestros trabajos diarios en que lo común es la prepotencia, la arrogancia, donde el ego se infla al máximo, en donde las mentiras, la mala disposición, el interés por el dinero, la procrastinación y andar "cuidándose cada día las espaldas", son la tónica de cada día. Un ser así, se hace gigante a pesar de su dulce simpleza.
Lo mejor de mis días de trabajo en este último tiempo, era aquello que me pasaba por las mañanas justo cuando partía al trabajo: recibía su saludo cariñoso. Y, cuando regresaba de la jornada, llegaba con su alegre bienvenida.
Nunca vi a una criatura tan dulce y alegre. Mi sobrina y su hija también sintieron esos momentos cada día, como también cuando paseábamos a nuestros perros, ella llegaba a jugar con ellos y recibir nuestro cariño.
En las últimas semanas dejamos de verla. Nos preguntamos dónde estaría, porque su dulzor se echaba de menos.
Hace pocos días supe que fue atropellada. Un auto blanco a toda velocidad pasó por la calle Las Brisas de la Villa Esmeralda. "Mimi", una perrita de casa y también "de la calle", se fue.
Ojalá que su partida deje y ayude a aprender a la gente que estuvo cercana a ella, en cuanto a responsabilidad y empatía. Lo cierto es que si nos asombramos de cosas que no son tan vistas entre nosotros, "los humanos", nos habla de que estamos errando el camino en este mundo. Gracias "Mimi".
Richard Garrote
Mucho ruido...
Estimado director:
Resumiendo las críticas de parte de los miembros del Consejo de Observadores, en relación a los cabildos provinciales de cara a la fase regional, en cuanto "a lo tratado en ellos y de la cantidad de asistentes", "en buen chileno" se podría decir que fue... "Mucho ruido y pocas nueces"...
Luis Enrique Soler Milla
