Llegaron los chicheros a La Chimba... Pero hay alzas
En algunos puestos el rico brebaje estará a $2.500, un poco más que el año pasado. Sólo podrán vender durante los días de Fiestas Patrias.
Antes de recorrer los largos 1.314 kilómetros que separan a Antofagasta de San Felipe (V región), Ana María Navarrete y José Quiroz deben prepararse con meses de anticipación para traer la chicha que cada año aparece en La Chimba durante los días previos a Fiestas Patrias. Por lo menos, desde el verano. En esa época se cosecha la uva que luego pasará por un largo proceso hasta que, por fin, se transforma en la chicha, el pipeño y el vino añejo que llegó hace un par de días al sector norte de la ciudad.
"Trajimos tres mil litros", dice la sanfelipeña de la chichería "La Querencia", que durante los días previos al inicio de la venta -están gestionando permiso para el 16, 17 y 18 de septiembre, antes no se puede- debe hacer guardia en su mini-casa que armó en el camión con el que se vino del sur. Este año, aparte del sabor, también hay novedades con el precio: de los 2 mil el litro, ahora subió a $2.500. "Hace varios años que estábamos vendiendo a dos mil, pero ya no se puede porque todo ha subido mucho. Tengo que pagar agua, baño, pagar permisos... es un cuento más o menos complicado", cuenta.
Este año, además de la tradicional chicha, el vino añejo viene en una garrafita hecha con mimbre, pura artesanía de la precordillera de la Región de Valparaíso. Le está saliendo cuatro mil pesos. Ahora, si se va a quedar con la chicha de todas maneras, doña Ana María recomienda guardarlo en envase de vidrio en la casa. Dice que dura harto y todavía mantiene su sabor.
José Luis Ibaceta es el representante de todo el grupo de chicheros que viene cada año hasta Antofagasta, y también atiende el puesto de los "Hermanos Ibaceta". "Ojalá que la gente venga y nos acompañe con sus familias, porque acá es una tradición de años", dice. Mientras están instalándose, martillando palos y colgando adornos dieciocheros, el trámite ahora es el permiso definitivo para vender.
"Pero estamos muy sentidos", advierte Ibaceta. "Acá lamentablemente por ser afuerinos nunca hemos conseguido el tema de la luz. Como somos de afuera, no tenemos contactos con algunas empresas grandes que nos apoyen en el tema de la luz, porque cada puesto debe tener su generador. Siempre hemos pensado tener luz, postaciones, pero no hemos conseguido nada hasta este año".

