Ignacio Araya Chanqueo
La gente se pasa el dato cuando viene a comprar empanadas donde doña Elizabeth González en el negocio de Pisagua con Toconao (¿ubica el "Todo Kia" de Pedro Aguirre Cerda, yendo al Terminal de Buses? Atrás de ahí). Los camioneros que estacionan al frente, los trabajadores de La Vega y los mismos vecinos van contando dónde está la picada, que desde ayer oficialmente tiene la empanada más rica de Antofagasta.
"Me corrían las lágrimas, me dejó así sorprendida", dice Elizabeth, quien ayer recibió un llamado de la alcaldesa Karen Rojo para avisarle que fue seleccionada como la mejor de once fábricas de empanadas de la ciudad por la Municipalidad y "La Chimba: cocina con sentidos". "Mucha gente busca mi empanada y no come ninguna otra", cuenta mientras trabaja en la producción diaria de su producto estrella. Tanto le sorprendió, que ayer tampoco estaba en la premiación, porque estaba trabajando en su negocio.
Todos los días, de ocho a ocho, el olor a empanadas se siente apenas uno entra a su almacén, en plena esquina. Aunque el local tiene dos años, Elizabeth desde chica que vendía empanadas en la Población El Golf, tocando puerta por puerta, en la temporada de playa o en las canchas, todo artesanal. Lo remarca: ar-te-sa-nal. "Yo soy pesada, catete, pero es porque me gustan las cosas de calidad, yo busco lo mejor", dice.
-¿Cómo así?
-Si hago chaparritas, uso vienesa colonial, la cara. No lleva maicena, lleva queso. No lo aumento ni nada, me gusta vender las cosas buenas.
La empanada de doña Elizabeth tiene su proceso. El pino tiene que cocinarse lentamente durante dos horas y el condimento siempre lo echa al final. Eso garantiza que la cebolla no va a terminar dándole acidez toda la tarde. Elizabeth regala dos empanadas al periodista y al gráfico para que comprueben que esto era así - y no es por tirar flores-, pero ambos quedaron maravillados con la masa. "Está crujientita", dice Sebastián, el fotógrafo.
En la familia todos colaboran para que el negocio salga adelante, pero igual ha tenido tropiezos. El primer año, se fue a trabajar a una ramada entregando empanadas pero nunca le pagaron. "Y dije nunca más", retruca. Para el 18, va a vender empanadas otra vez a las ramadas del sector sur, "pero esta es gente seria", asegura.
El negocio no para de atender e incluso se pueden hacer pedidos con anticipación, a propósito de las Fiestas Patrias. Luego de agradecer las empanadas y la bebida que amablemente les regaló, el periodista y el gráfico se despiden de doña Elizabeth. "¿Como estaban las empanadas?", les pregunta. "Ahora ustedes son mis clientes también".
LA DIFÍCIL ELECCIÓN DEL JURADO
La difícil elección de la mejor empanada de la ciudad fue realizada por un exigente jurado, encabezado por Pablo Godoy, de "La Chimba: cocina con sentidos", ayer en la explanada de la Municipalidad de Antofagasta. Con una ficha iban probando y evaluando el sabor de la masa y el pino, hasta llegar con la del local "Elizabeth". "Hubo una participación ciudadana a través de las redes sociales para que los usuarios de la Dideco nos fueran comentando. Después de esa elección un equipo municipal fue a cada uno de lo lugares a buscar la mejor empanada de Antofagasta", dice Ignacio León, director de Dideco.
11 fábricas de empanadas fueron evaluadas por el exigente jurado, hasta que salió la del sector centro norte.
ignacio.araya@estrellanorte.cl