Cartas
"Pago de Chile"
Señor director:
A 43 años de la peor crisis social, política y económica que registra nuestra historia patria en el siglo pasado, como objetivamente la describen el ex Presidente Eduardo Frei Montalva en su carta a Mariano Rumor y, más recientemente, el ex Presidente Patricio Aylwin en una entrevista publicada en el diario El Mercurio, lamentablemente, por mezquinos dividendos políticos y abultados pagos de indemnizaciones por parte del Estado, aún persisten secuelas de esta situación que dividió tan fuertemente a los chilenos.
En efecto, miles de exsoldados, carabineros y policías, quienes no iniciaron ni buscaron involucrarse en la crisis, la mayoría de ellos solo por el hecho de estar ahí siendo muy jóvenes, con la convicción de hacer lo mejor para el país y evitar una guerra civil, aún siguen siendo perseguidos judicialmente o están cumpliendo condenas, mediante juicios inconstitucionales e ilegales, tales como: la "ficción jurídica" del secuestro permanente, la Ley de Amnistía -plenamente vigente y que benefició a los terroristas-, la cosa juzgada, la prescripción penal, el debido proceso ni la igualdad ante la ley, ya que son juzgados por medio del antiguo procedimiento penal inquisitivo, pese a que el año 2005 entró en vigor el nuevo procedimiento penal en todo el territorio nacional. Todo ello, aduciéndose que son crímenes de "lesa humanidad", los que muy acertadamente pasaron a formar parte de nuestra legislación a partir de 2009 y que expresamente señala la no "retroactividad".
¿Será justo esto o es el pago de Chile? Cada uno saque sus propias conclusiones.
Sergio Jara Arancibia
Justicia permisiva
Señor director:
Viendo una película, me llamó mucho la atención la siguiente frase: "La indulgencia aumenta la delincuencia". Inmediatamente consideré que le calzaba como anillo al dedo a las resoluciones que toman nuestros jueces frente a la delincuencia.
La delincuencia en todos sus grados, se ha ido incrementando "gracias" lo blanda y permisiva que es nuestra justicia. A diario, vemos en los tribunales del todo el país un desfile de delincuentes que entran y salen con la cara llena de risa, pues están más que claros que su detención es un mero trámite, y como dice un tango: da lo mismo ser honrado que ladrón.
Jorge Valenzuela Araya