Cartas
Vaticano
Estimado director:
No ha sido una vez, han sido varias veces en que el papa Francisco, desde que asumió como líder del catolicismo, se ha comprometido con cooperar para investigar a fondo los casos de abusos sexuales ocurridos dentro de la Iglesia Católica, entregando a los curas culpables a la justicia y mejorar los controles internos para evitar estas lacras. Por eso es incomprensible que el Vaticano hoy se niegue a entregar los antecedentes relacionados con el obispo de Osorno en el caso Karadima a la justicia chilena. Desafortunadamente el Vaticano sigue echándole más barro a la muy cuestionada gestión y respuesta de la iglesia frente a los delitos de connotación sexual acometidos por los curas a nivel mundial. La consecuencia del papa Francisco es clave para reparar y mantener la relación y credibilidad de su iglesia frente al pueblo creyente, principalmente como intermediaria válida de la figura de Cristo en lo terrenal.
Luis Enrique Soler Milla
Muerte obvia
Señor director:
En un aborto provocado, legal o ilegal, inevitablemente hay un individuo de la especie humana que muere por decisión de su madre y por la acción de un tercero, que actúa con superioridad desde todos los puntos de vista. Aunque se le cambie el nombre y se disfrace la situación, ese siempre será el resultado. ¿Es tan difícil entender algo tan obvio?
Jorge Becker
ginecólogo obstetra
Amargura
Señor director:
La amargura es uno de los estados de ánimo más desagradable y negativo que afecta a los seres humanos. Más aún cuando se tiene que convivir o tratar con personas afectadas por ella. Hay personas que desde que se levantan hasta que se acuestan, lo ven todo negativo. Lo más lamentable, es que la amargura contagia y tiene la particularidad de alterar el estado de ánimo de quienes están cerca del afectado por ella. Todos tenemos un infinidad de problemas, pero siempre hay una ventanita que nos permite ver más allá y nos da la posibilidad de cambiar nuestra actitud. Si todo no es tan bueno, tampoco todo no es tan malo.
Jorge Valenzuela Araya