Foto denuncia: Cuidado con caer al hoyo
Hay un gran hoyo en la subida de Prat, entre Chacabuco y Emilio Astete. Los conductores que transitan por el lugar deben hacer malabares para poder esquivarlos y no dañar los vehículos.


Hay un gran hoyo en la subida de Prat, entre Chacabuco y Emilio Astete. Los conductores que transitan por el lugar deben hacer malabares para poder esquivarlos y no dañar los vehículos.
Los saludos de Navidad y de Año Nuevo ya no son como antes, se ha perdido el calor humano, la sensibilidad y, en general, más cercanía con nuestro entorno.
Qué bueno que nos tocó vivir los beneficios de internet, el correo electrónico, la televisión, el celular, el iPad y demás dispositivos modernos. Sólo recordemos que el grado en que la tecnología absorbe a la gente en una realidad virtual mata cualquier relación y no substituye la cercanía, una palabra o un abrazo.
¿Será acaso éste el origen de los problemas familiares, de la falta de rumbos claros de muchos de nuestros jóvenes, la gran cantidad de divorcios, la falta de comunicación en las empresas y parte de su baja productividad?
No abusemos de la tecnología, y si acaso usted es aficionado a ella, no olvide que una sonrisa y unos minutos de convivencia, mejorará el mundo que lo rodea.
Javier Ortega Villalobos
Que un hombre llore, es para muchos signo de debilidad o falta de hombría. Sin embargo, no es ni lo uno ni lo otro. Llorar es una necesidad, es la forma más sincera de expresar nuestros sentimientos. Es liberar el corazón y aliviar el alma. Lloramos cuando nos consume la tristeza o nos embarga la alegría. Sin duda, cada una de nuestras lágrimas no tiene precio, pues si pudiéramos juntarlas, serían nuestro tesoro más preciado. No nos burlemos del que llora. Tampoco cometamos el error de decirle a un niño que sufre: "Los hombres no lloran".
Jorge Valenzuela Araya
Me llama la atención que en la lista de personas que postulan al "Ancla de Oro" no figure el padre Felipe Berríos, quien realiza una bella labor con los niños y personas con riesgo social en La Chimba, y figuren personas que no merecen este galardón, como el señor Adaro. ¿Qué méritos tuvieron estas personas? No ensuciemos este premio, no le echemos barro, no sean bananeros, y no lo politicemos. Hay otros nombres, junto al del padre Berríos, que merecen de sobra este galardón.
Juan Bennett
Pese a los constantes operativos de limpieza que se realizan en este sector de la población Miramar Central, los vecinos insisten en botar basura y desperdicios en este lugar. Lamentable, pues.