Don Coco, el cocodrilo
ya la están rompiendo
Me había quedado con las ganas de ser el primero en probar la balsa que pusieron el jueves en el Balneario. Pero como saben, ese día se rompió la matriz en el Parque Inglés, el agua dejó la escoba y vino a parar a la misma playa.
Ese día guardé la toalla y recién la fui a sacar ayer bien temprano, porque había visto las fotos en Twitter de mucha gente arriba de la balsa, apretujada como una micro en marzo o como los japoneses cuando van a las piscinas (¿lo han visto? Yo cacho que la gente se debe perder ahí).
La verdad es que uno puede entender las opiniones de que a lo mejor la balsa es media chica, o que uno ya no se puede sentar como antes. Pero lo que es último, es que a apenas tres días de instalada, los 'pejeflaites' ya sacaron una de las dos escaleras. Parece que forzaron los pernos que la sujetaban y la sacaron, así no más. ¿Cómo es posible que ni eso cuiden?
Me fui nadando por el otro lado no más. Las olas estaban bien fuertes, así que me costó subir arriba. No había mucha gente, así que puedo decir que -aunque uno no se puede sentar- es mucho más seguro que la antigua balsa, toda roñosa y oxidada. Antes me daba miedo que por andar corriendo se me metiera una pata en ese espacio que quedaba entre plataforma y base y paf, terminar lesionado. Ahora, el PVC al menos se ve bien resistente y los piqueros lo garantizaron.
Allá en la arena, Carmen San Martín opinaba que le parecía bien la nueva balsa del Balneario, pero que debieron haber pensado en que alguien podía romper la escalera. "Si es así, malo está, porque no tenía las normas de calidad ni seguridad que se requieren para algo que se va a usar con mucha habitualidad. Los que evaluaron este proyecto estuvo mal", decía. Más allá, don Mario (no dio su apellido) dijo que la encontraba un poco chica, porque "se ve que se llena mucho".
Por el tema de la escalera robada, ayer preguntamos en la Municipalidad y nos dijeron que próximamente la van a volver a instalar en su lugar. El PVC es bueno, recalcaron, ya que tiene una durabilidad que va a garantizar su buen uso durante varios años.
Esperemos cómo va a seguir la balsa durante lo que queda de verano. Las obras pueden tener todas las buenas intenciones, pero si no cuidamos las cosas -como pasó con el Parque Japonés rayado y con gente sacando monedas de la pileta, o la misma sacada de escalera de la balsa- obvio que no van a durar nada.
13 millones de pesos -y no 22, que era el monto de licitación- costó la nueva balsa de PVC.