Pingüino y tortuga se recuperan en el Centro de Rescate de la UA
Animales están al cuidado de los veterinarios de la universidad y después serán devueltos a sus lugares de orígenes.
No es novedad que los veterinarios del Centro de Rescate de la Universidad de Antofagasta (UA) reciban animales provenientes de otras regiones del país para rehabilitarlos y luego volverlos a insertar en su hábitat natural.
Sin embargo, es destacable la nueva visita que tienen Andrés Valenzuela, veterinario y administrador del centro junto a Mariana Bravo, su colega; una tortuga olivácea que fue encontrada enfermita en Puerto Montt y desde allá la derivaron hasta la capital regional, ya que este lugar es conocido en todo el país por estar especializado en rehabilitación de animales marinos.
Mariana contó que hay varios centros de rescate de animales en el país, por ejemplo en Talagante, donde hay uno exclusivo para aves rapaces, y el que tiene la UA es el único en la capital regional por lo que su trabajo -y funcionarios- son muy relevantes ya que están especializados en temas marinos y fauna desértica, como los pequeños zorros que habitan en las afueras de las urbes.
Tortuga y pingüino
Respecto a la tortuga que los profesionales están curando, Andrés Valenzuela explicó a La Estrella que "tiene boyántés".
En palabras simples, aquello significa que, producto de una obstrucción intestinal, su organismo se llena de gases lo que hace que no pueda hundirse para alimentarse.
"A la larga puede producirle la muerte", explicó el veterinario.
Afortunadamente la boyantés es un problema tratable y, cuando la sureña tortuga esté recuperada, será regresada a su hábitat.
Junto al quelonio, los profesionales del Centro de Rescate y Rehabilitación de la UA están cuidando a un pingüino de Humboldt que fue encontrado -en muy malas condiciones- en los alrededores de Playa Paraíso.
Valenzuela comentó que luego de la labor de Sernapesca, recibieron al animalito "muy desorientado, deshidratado y flaco, y nos dimos cuenta que tenía una espina enterrada en el pecho y era cieguito, por lo que está bajo nuestro cuidado", afirmó.
Aparte de aquellos animales, los veterinarios del Centro de Rescate -cuyo director es el biólogo y académico de la UA, Carlos Guerra- también están rehabilitando a otra tortuga, dos búhos, algunos aguiluchos y un halcón peregrino que tiene las alas fracturadas por lo que -explicaron- no podrán devolverlo a su origen porque sería presa fácil y no podría sobrevivir sin volar.
Los profesionales aseguraron que su trabajo es durante todo el año, debido a que siempre habrá algún animalito que requerirá su ayuda.
100 kilos es lo máximo que una tortuga del tipo olivácea puede llegar a pesar.
10 mil ejemplares, como máximo, de pingüinos de Humboldt hay en el país.

