Redacción - La Estrella de Antofagasta
Este domingo, al mediodía, conocerán la pena a cumplir los dos amigos colombianos que ayer fueron condenados por el robo con homicidio del conocido y querido estilista Pedro Antonio Yáñez Cruz.
A Luis Eduardo Góngora Arboleda, de 26 años, y Diego Fernando Montaño Segura, de 21, el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal encontró culpables del crimen del estilista de 55 años registrado la noche del 12 de agosto de 2015 en su hogar de Calbuco esquina Taltal, población Lautaro de Antofagasta, reconociendo además los jueces la agravante de haber perpetrado el delito con premeditación.
Los hechos fueron investigados por el fiscal adjunto Juan Castro Bekios, quien desde el lunes 24 ofreció prueba testimonial, pericial, documental y fotográfica, que llevó ayer al tribunal a decretar que resultó acreditado más allá de toda duda razonable que los acusados actuaron previamente concertados para robar.
Al llegar al inmueble, en cuyo primer piso el occiso mantenía su peluquería "Pedro Antonio", se valieron del conocimiento que uno de ellos tenía con la víctima, a la que había visitado con anterioridad. Los agresores atacaron a Yáñez, propinándole 19 puñaladas que le causaron diversas heridas cortopunzantes, derivando lo anterior en fuertes hemorragias que lo llevaron a la muerte.
Ambos jóvenes entregaron en el juicio versiones contradictorias, acusándose mutuamente de la fatal agresión.
Las pesquisas del caso fueron realizadas por la Brigada de Homicidios (BH) de la PDI. El subcomisario Enrique Guzmán declaró durante 4 horas, relatando los detalles de la investigación y dando cuenta de la inusitada violencia empleada en la comisión del ilícito. Dijo que en el sitio del suceso fue hallada abundante evidencia hematología (sanguínea) que fue analizada e interpretada por los expertos.
Los detectives encontraron también una huella plantar que fue fijada de manera fotográfica y planimétrica, determinándose que correspondía a zapatillas de hombre. Luego, con los extranjeros ya detenidos, en los allanamientos de sus domicilios hallaron las zapatillas utilizadas por uno de ellos, confirmando correspondencia entre dicho calzado y la huella levantada.
Dos son los jóvenes condenados por el crimen y arriesgan presidio perpetuo.