Redacción - La Estrella de Antofagasta
Para el miércoles, a las 20 horas, quedó fijada la audiencia de lectura de la sentencia que será aplicada a Yonathan Luis Sánchez Riffo, luego que ayer fuera condenado como autor de un delito de violación con homicidio y otro de robo en lugar habitado.
La víctima del brutal crimen fue Amalia del Rosario Contreras González, comerciante de 67 años que fue encontrada sin vida el 1 de enero del año pasado en su vivienda de calle Calama 143, ubicada a una cuadra de la Vega Central de Antofagasta, donde además tenía su negocio de reparación y y venta de pallets. Para el Tribunal de Juicio Oral en Lo Penal, con el informe de autopsia del especialista en anatomía patológica y medicina legal tanatológica, doctor Rodrigo Valdés Annunziata, resultó acreditado más allá de toda duda razonable que la mujer fue agredida sexualmente cuando se encontraba con vida, considerando las diversas lesiones de defensa que tenía.
Se desestimó, así, la teoría de la defensa respecto a un homicidio simple, ya que a su juicio no se configuraba la violación debido a que el acceso carnal habría ocurrido cuando la pobladora ya había muerto.
Brutal crimen
Los jueces establecieron que el día de los hechos Yonathan Sánchez ingresó a la casa de la mujer, a quien conocía por motivos laborales, escalando cerca de las 9 horas un muro de su propiedad. La vecina sorprendió al joven de 21 años y lo increpó, iniciándose un forcejeo en medio del cual fue golpeada.
Luego cayó al suelo, donde Sánchez Riffo la siguió agrediendo y en un momento le puso la mano en la boca y nariz para inmovilizarla y evitar que pidiera ayuda. Aprovechando su inferioridad física, rasgó su ropa interior y la violó.
Mientras, la siguió golpeando, provocándole lesiones en diversas partes del cuerpo y posteriormente registró el inmueble, principalmente el dormitorio de la víctima, donde se apoderó de 52 mil 75 pesos. Luego fue a otra habitación, donde se tapó con una frazada y durmió hasta que fue despertado por la PDI.
Al momento de su detención el joven tenía sus ropas y manos manchadas con sangre y también se pudieron extraer muestras biológicas desde la zona genital de la víctima. Estas permitieron encontrar ADN del acusado y rastros de sangre de la comerciante en las manos de éste.
Tras la deliberación, el fiscal Juan Castro Bekios insistió en que se le aplicara al condenado la pena de presidio perpetuo calificado. El hijo de la víctima se mostró satisfecho y dijo que para él resulta al menos un consuelo que se haga justicia.