Cinturón de seguridad

El cinturón de seguridad es fundamental en la seguridad dentro del vehículo, por cuanto sus ocupantes se desplazan, sin sentirlo, a la misma velocidad que él. Entonces cuando el móvil choca o colisiona se detiene inesperada y violentamente, y sus ocupantes siguen "viajando" a la misma velocidad original. Sin cinturón, ninguna fuerza actúa sobre ellos para detenerlos, hasta que se estrellan contra el volante, vidrios, panel o salen eyectados. Un golpe así a solo 50 Km/hr equivale a caer de boca desde un segundo piso.

La lesión más frecuente en choques frontales son los traumatismos craneoencefálicos. Una persona que sale despedida del vehículo tiene cinco veces más probabilidades de morir que aquella que permanece en su interior.

Carabineros de Antofagasta ha detectado que muchos pasajeros y conductores no hacen uso de este elemento de seguridad y más de cometer una infracción al tránsito, se exponen a lesionarse o incluso fallecer si participan en un accidente de tránsito.

Por esta razón la IIª Zona de Antofagasta ha dispuesto mayor fiscalización de su uso. La idea es salvar vidas.

"Poner el cascabel al gato"

Señor director:

La pregunta que no se les ha hecho a los candidatos a la Presidencia es ¿cómo pretende terminar con los endémicos paros y huelgas ilegales del sector público, que suelen tener un alto costo social y económico para el país y que además perjudican a todos o gran parte de los chilenos?

Hasta hoy se ha violado reiterada y flagrantemente la Constitución al ejercer las instituciones públicas la negociación colectiva y esto, sin que ningún Presidente haya hecho nada por impedirlo, teniendo las herramientas legales para tal efecto. Todo lo contrario, han sido cómplices de este delito y además, con el Parlamento que es su fiscalizador.

Esta realidad ha permitido la negociación ramal (el reajuste anual del sector público) a cambio de nada o sin ninguna relación con la productividad, por efecto de los paros y movilizaciones al margen de la ley. De continuar esta situación, nuestro país se convertirá en uno con los servicios públicos más obsoletos, caros en remuneraciones y menos productivos del mundo. Que a la fecha ningún candidato a la Presidencia haya tocado este tema tan vital para la nación, ni siquiera tangencialmente, demuestra que carecen de la calidad de "Estadista", es decir, son ciegos, sordos y mudos frente a problemas que pudieran significar el riesgo de perder las elecciones. Como dice la moraleja: "¿Quién le pone el cascabel al gato?"

Jaime Manuel Ojeda Torrent