Ya compitieron tres de los ocho chilenos que fueron al Mundial de Atletismo, tras la participación de Leslie Encina, Enzo Yáñez y Manuel Cabrera, el domingo, en la maratón, con Encina como el mejor posicionado tras terminar 49°.

Hoy será el turno de dos chilenas, con el debut de Natalia Ducó en el lanzamiento del disco e Isidora Jiménez, en los 200 metros.

En el caso de la primera, con la presión de ser la principal carta nacional, dados sus antecedentes. En el último Mundial en Beijing 2015, finalizó novena y estuvo a un puesto de pasar a la final. Pasó a semifinales con una marca de 18,29, lo que podría servir como referencia para lo que necesita hoy, si es que quiere acceder a las instancias decisivas.

"Natalia es la que tiene más experiencia, ha podido entrenar, pese a algunas lesiones y a que le costó la marca. Pero creemos que puede andar bien y puede ser finalista, es lo que esperamos", dice a este medio Juan Luis Carter, presidente de la Fedachi.

Ducó debutará a las 15.40 de Chile, en el lugar 14 del Grupo B. Será su quinto Mundial, tras debutar en Berlín 2009, y ser octava en los JJ.OO. de Londres 2012 -donde consiguió su mejor marca de 18,80- y décima en Río 2016. Es por eso que Carter cree que "uno podría esperar que lance unos 18,50. Podría partir lanzando 17,75, porque ha tenido tiempo para decantar su técnica. Creo debería estar sobre los 18 metros y ojalá en 18,50".

Ducó sufrió el año pasado con una larga recuperación tras operarse su hombro derecho después de Río, es por eso que Carter destaca su capacidad de superación: "Siempre ha tenido esa fuerza mental y ojalá obtenga el lugar que se merece. Es muy responsable, entrena y transmite mucho".

Mejorar registros

En el caso de Isidora Jiménez, su debut en los 200 metros será en el carril 2 del heat 6, a las 15.10 de Chile, una zona complicada, ya que la chilena tiene el peor tiempo de su serie con 23,33 como mejor tiempo del año, lejos de los 22,95, su mejor tiempo en la categoría, por lo que asoma como gran objetivo mejorar su registro 2017.

Pamela Serey A.

Octavio Rivero no dio más. Primero usó su Instagram, en medio del partido de Colo Colo con O'Higgins, para reclamar contra Blanco y Negro, y ayer lo hizo a través de los medios.

El delantero uruguayo quiere dejar Colo Colo. Tuvo ofertas de Uruguay y de Argentina, pero, aseguró, no lo dejan partir.

Según afirmó, su problema es con la dirigencia y no con el entrenador. "Estoy dolido y molesto, porque me dijeron una cosa y luego me mintieron, eso es lo que más me duele", afirmó a Radio Cooperativa.

El goleador de los albos no ha querido especificar cuál es la conversación que tuvo con los dirigentes y cuál fue la promesa que le habrían hecho. Sin embargo, añadió que no le queda más opción que respetar su contrato: "Por eso tomé esta decisión de cumplir los dos años de contrato y me lo dijeron de parte del club. Estoy contento, feliz con el contrato que firmé. Lo que sí puedo decir es que luego veré cómo sigue todo".

Rivero tuvo ofertas de Peñarol, de Uruguay, y también de Belgrano, de Argentina, pero ninguna habría convencido a Blanco y Negro. Él mismo confesó que quería estar más cerca de su familia, sin embargo, debe quedarse en Chile.

"No quiero hablar mucho del tema, puedo decir que dijeron una cosa y luego la cambiaron, en la cara, y eso me duele. Ésa es la principal causa de hoy estar así. Imagínate que te mientan en la cara y luego tienes que seguir confiando en esa persona, es muy difícil. El contrato está firmado, nadie va a cambiar lo que firmé y cumpliré el contrato los dos años", recalcó.

Además, según relató, conversó con su entrenador, Pablo Guede, y le contó sobre el difícil momento que está pasando. Es más, le habría pedido no jugar el domingo en Rancagua.

"Yo le dije a Pablo que me sentía mal. Estoy deprimido, no tengo la cabeza para jugar este partido. No quiero perjudicar a mis compañeros, al club, a los hinchas y a todos. Puede pasar cualquier cosa, cuando está la cabeza en cualquier lado es muy difícil", dijo.

Luego, insistió en que respetará el vínculo que firmó. Aunque todavía puede partir a Argentina. El libro de pases trasandino se cierra el 27 de agosto, pero dependería de Colo Colo venderlo.

"No hablé con ningún agente de Belgrano, lo hizo mi representante. Sabía que tenía los dos años de contrato, me lo comunicaron. Estoy feliz de cumplir el contrato, no me voy a mover de Colo Colo en dos años. Se me cerró una puerta de poder irme", finalizó.