La Hipnodieta: el método que promete hacer bajar de peso
Probamos, en primera persona, el método seguido varios famosos de Chile para mejorar su alimentación y estado de salud y que incluso la utilizan para combatir la adicción al cigarro, entre otros vicios. También tiene detractores.
El 7 de julio pasado comencé un gran cambio en mi vida, ingresé al gimnasio y cambié toda mi dieta alimenticia. Lo sé, para algunos esto no significa gran cosa, pero para alguien como yo que en su vida había realizado ejercicio alguno, es un tremendo cambio.
Pero no estoy sola, en esto me acompaña mi amiga y compañera de este prestigioso Diario, Claudia Cáceres.
En este difícil recorrido, nos hemos encontrado con varios métodos y tratamientos para bajar de peso de forma más rápida como los famosos quemadores de grasas, dietas en base a agua y lechuga, entre otras.
Sin embargo, hace dos semanas me enteré que en Antofagasta dos especialista iban a realizar un taller el sábado 12 de agosto sobre un tratamiento que me llamó bastante la atención y es la "Hipnodieta", por lo que me apunté para asistir a la charla.
Sin saber mucho sobre ella comencé a averiguar por internet de qué trata y llegué a unos vídeos que me dejaron con muchas interrogantes.
Hipnodieta
Este "revolucionario método" es llevado a cabo por el psicólogo José Luis Rojas y la nutricionista Catalina Miranda. Ellos han estado en diversos canales de televisión explicando que la hipnodieta ayuda a que las personas pueden bajar de peso controlando la ansiedad, eliminando la adicción a los carbohidratos y cambiando el autoconcepto corporal a nivel inconsciente, su mal humor o cualquier otro síntoma emocional adverso. Esto va complementado con un plan nutricional
Pero el inicio de este tratamiento es bastante curioso ya que en los videos se ve que lleva a las personas en un trance en donde las deja totalmente dormidas.
Hipnosis
A las 10 de la mañana junto a Claudia llegamos al salón de eventos Fandgo, ubicado en el sector norte de Antofagasta. Debo dejar en claro que yo asistí al taller con cero expectativas. "No creo en nada de esto, pero voy con la mente abierta para ver si funciona o no", le dije a mi amiga antes de entrar. El taller ya inició por lo que tratamos de pasar desapercibidas y sentarnos lo más atrás posible de la sala para no meter bulla. "Vengan a sentarse en el círculo junto a todos nosotros", nos dijo José Luis.
Con Claudia nos acomodamos y nos pusimos a escuchar la charla. "En palabras simples a los pacientes se les enseña a comer, manejar la ansiedad, se trata su adicción a los carbohidratos, entre otras cosas", comenta.
Además explica que el método tiene una duración de 63 días, ya que el ser humano necesita 21 días para modificar un hábito y cuando este número se triplica, se vuelve ley a nivel inconsciente. Luego de esos 63 días, la persona queda con audios de reforzamiento.
Después de toda la explicación le pedimos a José Luis si puede medir mi nivel de trance y hacer todo el proceso para que Claudia pueda tomar las fotografías. "No hay ningún problema", me dice.
Me paro en medio de la sala y las 10 personas que están presentes en la charla me miran atentamente.
"Ponte de espalda, vas a sentir una fuerza que te va a tirar hacia atrás", me indica y notó que voy hacia atrás.
Me doy la vuelta y José Luis me dice que lo observe fijamente a los ojos y mientras hago eso él me sujeta del brazo izquierdo. Cinco segundos después exclama "¡duérmete!" y yo siento que cierro los ojos y caigo.
Mientras estoy en mi trance, las personas están totalmente incrédulas y escucho el flash de los celulares. Mi amiga exclama "¡No!, ¡no puede ser!" y José Luis me dice "abre los ojos" a lo que yo obedezco y comienzo a incorporarme.
"¡No lo puedo creer!, por favor tiene que repetirlo para poder grabarlo", dice Claudia y las personas me preguntan en masa que fue lo que sentí mientras me "quedé dormida".
Y la verdad es que no sentí nada. O sea, mi cuerpo estaba totalmente dormido pero mi mente estaba despierta. Yo escuchaba todo lo que sucedía a mi alrededor, sentía cuando me tomaban en brazos para poder acomodarme y pensaba "¿por qué cerré los ojos y caí si estoy muy pero muy despierta?".
Al despertarme tomo asiento y comienzo a respirar. Siento que mi cuerpo acaba de despertar de un sueño muy profundo y que está totalmente relajado.
Todos los asistentes quieren entrar en trance. "Yo quiero probar, pero no me saquen fotos, solo cuando esté más delgada", pide una de las participantes. El psicólogo mide el trance de todas las personas. Claudia fue una de ellas. "No sentí nada, estaba muy nerviosa, lo miré a los ojos y supe que no iba a pasar nada", comenta. Después de ver a todos los participantes, José Luis me dice "Fabiola, tú perteneces al grupo de elite".
Totalmente desconcertada le pregunto el por qué. "A mi me costó más de 30 sesiones para poder entrar en trance y tú solo necesitaste 10 segundos para lograrlo", explica.
"¿Pero por qué soy así"? Vuelvo a consultar y me dice que es una característica con la que nací. "Hay personas que nacen con varias habilidades y tú naciste con esta", me contesta. Después de esto, Catalina comenzó con su charla y nos explicó en consiste su parte del tratamiento. "Yo no le digo a las personas que dejen de comer pan, fideos o carnes, (...) solo les entrego el mejor plan nutricional para que puedan bajar de peso sin pasar hambre", comentó.
No lo niego, me sentí una rockstar de la hipnodieta, hasta que llegué al trabajo y mis compañeros comenzaron a "hipnotizarme". Ahora estoy en la etapa de escuchar los audios y aunque llevo dos días aún no noto un cambio, por lo que esta historia aún no termina.