Michael Seguel P.
Para octubre está prevista la llegada a Chile de los 60 refugiados sirios, agrupados en 15 familias, que actualmente están en el Líbano. Se trata de personas que huyeron de la guerra en su país y que serán recibidos en las comunas de Macul, en Santiago, y Villa Alemana, en la Quinta Región.
El primer paso que tendrán que dar estas familias al llegar al país será recibir un curso intensivo de español, de tres meses, el que se realizará en liceos.
Además, los niños y adolescentes ingresarán al sistema educacional. Y todos los integrantes de las familias tendrán acceso a vivienda, salud y hasta a su propio carnet de identidad, regidos bajo la ley de asilo.
Así lo determina el convenio firmado ayer por el subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy, en el que participaron los alcaldes José Sabat, de Villa Alemana, y Gonzalo Montoya, de Macul. También estuvieron en el acto representantes de la Vicaría de Pastoral Social del Arzobispado de Santiago y de la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur Chile).
"La semana pasada terminamos con las entrevistas para seleccionar a los refugiados que llegarán a Chile", dijo Delfina Lawson, jefa nacional de Acnur Chile.
Precisó que su llegada será parte de un proceso de acompañamiento que durará dos años y que podría derivar en la llegada de otros 60 refugiados en 2018.
En el marco del proceso de análisis de los candidatos, el Gobierno solicitó un perfil de los postulantes, para invitar a quienes tuvieran más capacidad de adaptación a la realidad local.
Los refugiados serán por tanto, principalmente familias jóvenes con hijos pequeños.
El alcalde Montoya afirmó ayer que en su comuna "recibiremos a 30 personas. Con esta ayuda seremos un ejemplo en el mundo".
Ésta no es primera vez que Chile recibe a refugiados. El caso más reciente es de los 117 palestinos que llegaron en 2009 escapando del conflicto en la frontera de Irak con Siria.
En 1990 llegaron 26 inmigrantes de la ex Yugoslavia, quienes mayoritariamente dejaron el país.